Dura condena a un ministro de Lula y Rousseff
Doce años de cárcel para Palocci, primer titular de Hacienda del PT
La condena de doce años y dos meses de cárcel por corrupción al exministro Antonio Palocci confirma la implicación al más alto nivel del Partido de los Trabajadores (PT) en el caso Petrobras y podría sellar la suerte del expresidente Lula. Palocci fue un pez gordo de la trama y del Gobierno centroizquierdista que en casi trece años (2003-2016) transformó Brasil radicalmente.
Detenido en septiembre, Palocci fue condenado ayer por el juez Sérgio Moro por corrupción pasiva y lavado de dinero. El exministro habría recibido unos nueve millones de euros por lograr que Petrobras beneficiara a la constructora Odebrecht con una licitación.
En otra causa, Palocci está acusado de mediar entre ambas empresas para desviar veinte millones de euros, de los que tres debían destinarse a la construcción de una sede del Instituto Lula. Su imbricación en la estructura del PT y su cercanía a Lula y Dilma Rousseff convierten a Palocci en una bomba de tiempo después de que desde abril esté colaborando con la justicia bajo la figura de la “delación premiada”.
De 56 años, Palocci fue, entre el 2003 y el 2006, nada menos que el primer ministro a quien Lula confío la cartera de Hacienda en momentos en que el sindicalista era visto por los mercados como un extremista de izquierdas. Sin embargo, Palocci, que en su juventud había sido un militante trotskista mucho más radical que Lula, logró calmar a los inversores y se reveló cómo un hábil negociador con los empresarios, lo que a la postre conduciría al milagro económico brasileño y, de paso, a la financiación ilegal del PT.
Además había sido coordinador de la campaña que llevó a Lula al poder y durante años fue una de las figuras más influyentes del partido. La prueba es que, aunque en el 2006 se vio obligado a dimitir por su implicación en otro caso de corrupción –terminó absuelto–, Rousseff confió en Palocci como mano derecha en el 2011 al nombrarlo titular de la Casa Civil (primer ministro) y consejero de Petrobras aunque, denunciado nuevamente por corrupción, duró apenas seis meses.
“La responsabilidad de un ministro de Estado es enorme, y, por consecuente, también su culpabilidad cuando practica crímenes”, escribió el juez Moro en la sentencia.
Mientras tanto, el fiscal general del Estado de Brasil, Rodrigo Janot, denunció ayer formalmente por corrupción al presidente Michel Temer, un día antes de que venciera el plazo fijado por el Supremo. La denuncia se daba por sentada, pero Temer, antes de que se produjera, se mostró ayer desafiante durante un acto con empresarios: “Nada nos destruirá”, dijo el mandatario.
El fiscal general del Estado denuncia por corrupción al presidente de Brasil, Michel Temer