El empleo a tiempo parcial se hace crónico en plena recuperación
Es más difícil pasar a un trabajo de jornada completa, advierte el Banco de España
La calidad del empleo no se mide tan sólo por la estabilidad de los contratos; también pesa el número de horas trabajadas, las condiciones laborales... De los 2,8 millones de personas que en España trabajan por horas, alrededor del 60% lo hace porque no ha encontrado otro empleo con una jornada más prolongada. Este amplio colectivo, marcado por el subempleo, no se está aprovechando de los últimos años de mejora del mercado laboral, según alertó ayer el Banco de España. El banco supervisor recalcó que “el reciente incremento de trabajadores con contrato a tiempo parcial involuntario tiene un componente estructural”, que no está revirtiendo con la recuperación.
Este análisis, que será incorporado en el boletín económico del segundo trimestre del año, destaca cómo ha ido creciendo el porcentaje de empleados con contratos a tiempo parcial y, en especial, el de quienes querrían trabajar más horas. Si en el 2006, los trabajadores a tiempo parcial suponían el 11,7%, a finales del año pasado se situó en el 15,3%.
A partir de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el Banco de España concluye que los ocupados forzados a trabajar por horas tienen cada vez más dificultades para ampliar su jornada. Antes de la crisis, explican, la probabilidad de que estos subempleados lograran un contrato a tiempo completo superaba con holgura el 25%. Después de llegar a mínimos en el 2013, en el 2016 dicha probabilidad se situó en el 17,5%, quedando incluso por debajo de aquellos que han elegido trabajar a tiempo parcial –para poder compaginarlo con los estudios o para cuidar a un familiar–. Además recuerdan que el porcentaje de trabajadores con jornada parcial involuntaria se ha duplicado desde los años anteriores a la crisis, al pasar del 30% al 60%. Y esta elevada proporción se ha mantenido muy estable desde hace cuatro años.
El Banco de España apunta que “parte del aumento del volumen de trabajo a tiempo parcial se habría convertido en permanente”, puesto que lo esperable en un mercado laboral en recuperación sería que primero aumentara el número de horas trabajadas por individuo y, después, el empleo. “Cosa que no ha sucedido”, indica. Así mismo, lo vincula con las reformas legales del 2012 y el 2013 que permitieron realizar horas extraordinarias a los contratados a tiempo parcial y flexibilizaron más este tipo de contratos.
Este análisis sobre los subempleados se enmarca en una reflexión sobre cómo contabilizar a las personas en situación de desempleo y, en general, cómo analizar la infrautilización de la fuerza laboral. Por ello, aparte de ceñirse a la definición oficial de desempleado –fijada por Eurostat y que aplica el INE–, recuerdan que instituciones como la OCDE o el gobierno de Estados Unidos tiene en cuenta también a parte de los que se consideran inactivos. De esta forma, estiman que, si a aquellos que oficialmente se definen como parados, se suman los “desanimados” (que no buscan trabajo porque creen que no lo encontrarán), los que tampoco buscan empleo pero están disponibles para trabajar, aquellos que, aunque estén en proceso de búsqueda, no pueden incorporarse inmediatamente, y los subempleados, la tasa de paro rozaría el 30%. La última EPA recoge un desempleo del 18,75%.
El Banco de España no ve señales tampoco de un efecto de atracción en los últimos tres años. A pesar de la fuerte creación de empleo, recuerdan, no se ha elevado las probabilidades de encontrar trabajo para los desanimados y otros colectivos que permanecen inactivos.
EVOLUCIÓN El 15,3% trabaja por horas; seis de cada diez querrían tener una jornada más amplia CAUSAS El supervisor cree que las reformas laborales han impulsado el empleo a tiempo parcial