Jon Darpón
CONSEJERO VASCO DE SANIDAD
La Consejería de Sanidad vasca descartó ayer analizar la salubridad del agua de la ría de Bilbao después de la infección de cinco nadadores al considerar que no es apta para el baño a pesar de que las actividades deportivas son frecuentes.
El debate sobre la salubridad de la ría de Bilbao está abierto. El Ayuntamiento ha anunciado un análisis de sus aguas a causa de la infección de dos atletas por leptospirosis después de participar en un triatlón el pasado 20 de mayo. Hay otros tres posibles casos todavía sin confirmar y, como medida preventiva, esta semana se ha decidido suspender la tradicional Travesía a Nado que iba a celebrarse hoy.
La alarma saltó el lunes cuando se confirmó el primer caso de leptospirosis, una infección bacteriana producida por el contacto directo o indirecto con la orina de animales, por lo que puede transmitirse a través del agua penetrando por la boca, ojos y nariz o, también, por cortes en la piel. Su periodo de incubación puede llegar a un mes y los síntomas son parecidos a los de una gripe, con dolores de cabeza y fiebre.
La situación de la ría es peculiar. No es una zona declarada de baño pero tampoco está prohibido introducirse en ella, como sucede con algunos ríos o pantanos. Por ese motivo, el departamento de Salud no realiza análisis de la salubridad de sus aguas para las personas. “Quienes se bañen en ella lo harán bajo su responsabilidad”, recalcó en rueda de prensa Jon Darpón, consejero de Sanidad.
“Hoy por hoy –explicó el consejero de Cultura, Bigen Zupiria– la ría de Bilbao no es apta para el baño: si lo fuera, necesitaría unas medidas de seguridad, como en las piscinas o en las playas, como por ejemplo socorristas, y un tratamiento o, como mínimo, un estudio del agua”. El caso de las pruebas deportivas es distinto, ya que en ellas se miden unos parámetros concretos de calidad del agua y se toman medidas especiales de protección, como las duchas y mangueras instaladas justo a su conclusión donde los nadadores deben limpiarse.
Las actividades deportivas son habituales en la ría, una apuesta estratégica del actual gobierno municipal por revitalizar y convertir en una zona de ocio el Nervión, en el que lleva invertidos mil millones de euros para su regeneración. Tras los casos de leptospirosis, el alcalde, Juan María Aburto, lamentó lo ocurrido y no dudó en calificar a la ría como el “segundo icono” de Bilbao tras el Guggenheim. “En cuarenta años ha pasado de ser una cloaca a convertirse en la columna vertebral de la ciudad”, subrayó.
Debido al periodo de incubación de la enfermedad, que puede llegar a los treinta días, el departamento de Salud no espera que haya más casos, aunque permanece atento. De los cinco infectados, cuyo estado de salud es bueno, dos han sido confirmados por leptospirosis y se esperan los resultados de los tres restantes. El Ayuntamiento analizará las aguas en el tramo que va desde la casa consistorial hasta el Museo Marítimo, espacio en el que se celebran las actividades que, insiste, quiere “preservar y potenciar”.