El Gobierno vasco exige el acercamiento de los presos
Para el Ejecutivo, el fin de la dispersión es “impostergable”
Tras este paso ya no hay excusas para aplazarlo. El Gobierno vasco exigió ayer a Rajoy el acercamiento de los presos de ETA después de que estos hayan anunciado que aceptan las medidas individualizadas para lograr su excarcelación, un paso que estaba prohibido y que era considerado hasta ahora como traición. “La decisión supone un cambio sustancial y el acercamiento es ahora impostergable”, aseguró el secretario de Paz y Convivencia vasco, Jonan Fernández.
Con un amplio respaldo, el 73% de los reclusos agrupados en el colectivo de presos (un total de 221) ha accedido a acogerse a la legalidad en un debate interno que supone el fin de la “etapa de resistencia” y cuyo objetivo es “ir vaciando las cárceles”. La decisión, en cuya votación participó el 87% de los miembros y que contó con la negativa del 14% (42), abre la puerta a esas medidas individuales pero con dos líneas rojas: el arrepentimiento y la delación.
El Gobierno vasco valoró positivamente el paso y consideró que contribuye a crear un “contexto favorable” para que se produzca un cambio en política penitenciaria por parte del Gobierno una reclamación constante desde el desarme de la banda en abril.
Fernández pidió a Madrid una “reflexión compartida” sobre la situación de los reclusos que se traduzca en el acercamiento de los presos y también la atención “prioritaria” para aquellos que padecen enfermedades, una petición que el Parlamento vasco realizó de forma conjunta –a excepción del PP– el pasado jueves.
Como ya hicieran los reclusos de la denominada Vía Nanclares, el secretario de Paz vasco pidió a los presos que asuman la “realidad de las vías legales”, que requieren un “reconocimiento crítico del daño causado” para la progresión de grados y la resocialización. “El camino no termina con esta decisión, sino que empieza a partir de ella”.
Los partidos vascos alabaron el anuncio de los reclusos aunque coincidieron en que llega “tarde”. Tanto PP como PSE subrayaron el carácter “garantista” de la ley penitenciaria, a cuyos beneficios no habían recurrido los presos por el “veto de ETA”.
Podemos también mostró su satisfacción y remarcó la importancia de que el colectivo realice una reflexión crítica de su pasado. EH Bildu lo calificó de “gran paso” aunque defendió que está decisión habría llegado “más rápido y con más intensidad” si los reclusos hubiesen estado agrupados en las cárceles vascas.