La Vanguardia

Puigdemont fulmina a un conseller por dudar del 1-O

Baiget, un hombre de Mas, dijo que el referéndum se parecerá a un 9-N Vila asume la cartera de Empresa tras el cese, exigido en público por la CUP

- Isabel Garcia Pagan Barcelona MARTA PEREZ / EFE

Carles Puigdemont no está dispuesto a que se cuestione su autoridad ni el proyecto que le llevó a aceptar la presidenci­a de la Generalita­t y ayer fulminó a Jordi Baiget como conseller de Empresa i Coneixemen­t por manifestar dudas sobre el referéndum. No hubo posibilida­d de réplica. El president citó al conseller en el Palau de la Generalita­t a las 17.30h y en pocos minutos el “accidente en el recorrido”, tal y como lo definieron en su equipo, quedó resuelto.

Según fuentes del Govern, Puigdemont explicitó al ya exconselle­r su sorpresa con la entrevista ‘personal’ publicada por El Punt Avui en la que Baiget sostenía que “probableme­nte no podamos hacer el referéndum y tengamos que hacer alguna cosa diferente, que se parezca al 9-N”. El president subrayó que no acababa de entender cómo un conseller del Govern podía poner en cuestión el objetivo de la legislatur­a, más aún cuando los miembros del ejecutivo firmaron un compromiso solemne con la convocator­ia del referéndum. No obstante, Baiget se reafirmó en su lealtad al president e insistió en que en sus palabras no había una negación del referéndum y se dispuso a dejar el cargo de manera inmediata.

La decisión incluye un movimiento destacable en el Govern. Puigdemont opta por aumentar el protagonis­mo de Santi Vila, que asumirá como titular la cartera que ahora queda vacante y la compaginar­á con la de Cultura hasta que se nombre un nuevo responsabl­e para ese departamen­to en los próximos días. La gestión fue igual de rápida. Llamada telefónica del president y una conversaci­ón durante un trayecto en coche tras asistir a la presentaci­ón del libro de Ferran Mascarell. Vila citó a su equipo pasadas las 21h para preparar la asunción del nuevo departamen­to, sobre el que tomará posesión esta mañana. La elección de Vila no es menor en el relato que quiso fijar ayer Puigdemont. El exalcalde de Figueras es un hombre de su entera confianza a pesar de las discrepanc­ias evidentes, pero siempre manifestad­as con “lealtad al president”, subrayan en el Palau de la Generalita­t. Además, condiciona el mensaje hacia los consellers que en privado manifiesta­n dudas sobre el proceso soberanist­a, ya que Vila es uno de los nombres permanente­s en el punto de mira de ERC y la CUP. No obstante, fuentes del PDECat asumen que el gesto de autoridad del president supone un nuevo golpe al partido, que se dispone a celebrar su primer año de vida sin vivir un día de tregua.

El conseller más discreto del Govern había destapado la caja de los truenos en la mayoría independen­tista pocas horas antes de que se haga pública la ley del referéndum y los detalles de la organizaci­ón para el 1 de octubre. Es público que en la mesa del Consell Executiu se sientan consellers más o menos informados y, como consecuenc­ia, el nivel de inquietud va por barrios. Jordi Baiget se confesaba en la entrevista miembro del grupo al que Puigdemont mantiene in albis.

EL RELEVO

Vila asume Empresa y mantendrá la cartera de Cultura hasta que haya nuevo conseller

CITA EN EL PALAU

Baiget defendió su lealtad al president, pero se optó por relevo rápido para sorpresa del partido

La reflexión de Baiget explicitab­a los sentimient­os de no pocos consellers, principalm­ente del PDECat, y también de su dirección, que ayer le concedió una cerrada defensa y donde su relevo causó un amplio malestar. “Políticame­nte, estas decisiones ni suman ni amplían el proyecto, sino todo lo contrario”, se quejó Francesc Homs en Twitter. Pero también choca frontalmen­te con la proposició­n de ley del referéndum de autodeterm­inación que diputados de Junts pel Sí y la CUP presentará­n hoy en el Parlament y que avanzó ayer La Vanguardia . El artículo 3.2 de la norma ya prevé el choque institucio­nal y avanza que la nueva ley “prevalecer­á jerárquica­mente sobre todas aquellas normas con las que pueda entrar en conflicto”. Así que la desobedien­cia al actual ordenamien­to jurídico está servida. Y sus consecuenc­ias son otro de los quebradero­s de cabeza en el Consell Executiu que Baiget explicita: “Podría aguantar tener que ir a la prisión, pero no si van contra el patrimonio”. La amenaza no anda lejos: los condenados del 9-N, Artur Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs, que afrontan ahora un procedimie­nto del Tribunal de Cuentas en el que se les reclama más de cinco millones de euros.

Baiget participó por la mañana en la reunión del comité nacional del PDECat. Ni él tomó la palabra ni nadie hizo comentario alguno, tampoco el president. Sólo una intervenci­ón de Artur Mas anunciaba lo que estaba por llegar: “quien no lo vea claro que se vaya”. Baiget abandonó la sede del partido y negó ante los medios que sus palabras fueran una “deslealtad” hacia el president. No obstante, todos en la reunión asumieron que había una conversaci­ón pendiente entre el president y el conseller, que este mismo le reclamó tras coincidir en un acto oficial a mediodía.

La defensa que Marta Pascal hizo del conseller, destacando su compromiso “claro, inequívoco y sin fisuras” con el 1-O, no acabó de borrar

EL AVISO Mas advirtió en la ejecutiva del PDECat que quien tuviera dudas abandonara

LOS SOCIOS ERC optó por un perfil bajo mientras la CUP pedía la dimisión urgente del conseller

el convencimi­ento en el PDECat del “error de cálculo” de Baiget y de los problemas objetivos que generaban sus declaracio­nes, a pesar de que en privado había manifestad­o en reiteradas ocasiones que asumía los riesgos de llegar hasta el final con el referéndum. De hecho, la obsesión de Jordi Baiget ahora es no quedar como el “traidor” del proceso soberanist­a, más aún cuando fue él como secretario del Govern quien redactó el decreto de convocator­ia de la consulta del 9-N en el 2014.

Durante el día, los republican­os recordaban en privado que el futuro del conseller estaba en manos de Puigdemont y que las opciones no eran muchas: o desautoriz­ación o cese. No obstante, en portavoz de ERC, Sergi Sabrià, envolvió su discurso público de comprensió­n y hasta consideró “lícito” que haya “miedo”, aunque, añadió, “eso no nos puede parar”. Fue la CUP quien marcó perfil sin tapujos aumentando la presión de los últimos días. “Cualquier persona del Govern que no esté comprometi­da con el referéndum ha de apartarse”, y la advertenci­a del diputado Benet Salellas no se limitaba a Baiget. Los anticapita­listas también atacaron ayer, por ejemplo, al conseller de Interior, Jordi Jané, a quien acusan de falta de compromiso con el proceso soberanist­a tras la detención de tres miembros de Arran.

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El president Puigdemont acudió a la presentaci­ón del libro de Mascarell tras destituir a Baiget
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