La coalición saudí da 48 horas más a Qatar para que cumpla 13 exigencias
Doha dice que no tiene miedo y que “está preparado para las consecuencias”
Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto decidieron extender 48 horas más la fecha límite para que Qatar responda a una serie de 13 exigencias, incluyendo el cierre de la cadena Al Yazira, la ruptura con Irán y todos los grupos islamistas, entre ellos los Hermanos Musulmanes y Hamas, y el cierre de una base militar turca que está siendo construida en territorio qatarí.
La coalición suní encabezada por Riad aceptó la petición de uno de los países del Golfo, Kuwait, de actuar como mediador en esta crisis sin precedentes. Qatar protagoniza la principal crisis diplomática en Oriente Medio de las últimas décadas, que empezó a principios de junio cuando nueve países cortaron sus relaciones diplomáticas y las comunicaciones con el pequeño país, acusándolo de apoyo al terrorismo.
Qatar, que comparte con Arabia Saudí su única frontera terrestre, asegura que se trata de acusaciones infundadas. El ministro de Exteriores saudí, Adel al Yubeir, calificó las condiciones presentadas como “no negociables”. Su homólogo qatarí, Mohamed bin Abdulrahman al Zani, dijo que la lista fue “elaborada para ser rechazada” y que “no hay miedo; Qatar está preparado para enfrentarse a cualquier consecuencia”.
En una rueda de prensa conjunta con su homólogo italiano en Roma, el ministro qatarí adelantó que rechaza los ultimátums de sus vecinos, y añadió: “Estamos dispuestos a dialogar sobre la elaboración de condiciones correctas para iniciar un nuevo diálogo”. El Gobierno italiano expresó su apoyo a la mediación kuwaití. Según pudo saber La Vanguardia, los qataríes consideran que es un intento de violar su soberanía, pero no esconden su preocupación por la difícil situación que supone para su país que, por ejemplo, en los próximos años prevé organizar celebraciones deportivas internacionales, entre ellas el Mundial de Fútbol del 2022.
El miércoles está previsto que tenga lugar en El Cairo un encuentro de los ministros de Asuntos Exteriores de los países que quieren imponer el bloqueo para debatir sobre los pasos que dar.
En las últimas horas, el presidente de EE.UU., Donald Trump, habló por teléfono con algunas de las figuras clave de la crisis, entre ellas el rey saudí, Salman; el príncipe heredero de los EAU, Mohamed bin Zayed, uno de los personajes del Golfo más próximos a EE.UU., y también el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Zani.
Trump expresó su preocupación por la crisis y destacó la necesidad de lograr la unidad de la región “para alcanzar los objetivos de la cumbre de Riad de derrotar el terrorismo y promover la estabilidad”. Subrayó, sin embargo, la prioridad de frenar la financiación del terrorismo y desacreditar las ideologías extremistas.
Entre bambalinas, su secretario de Estado, Rex Tillerson, trata de gestionar la crisis, su primer examen desde que llegó al cargo. La crisis ha despertado cierta preocupación por el futuro de la estabilidad en el golfo Pérsico, la sede de algunos de los principales productores de energía del mundo.
No está claro qué medidas serán adoptadas contra Qatar si rechaza los ultimátums. Fuentes de los Emiratos afirmaron que no se descartan nuevas sanciones, como la expulsión definitiva de Qatar del Consejo de Cooperación del Golfo, o el ultimátum a los so- cios económicos de estos países a decidir entre negociar con Qatar o con ellos.
Qatar lleva años adoptando una política exterior independiente de sus vecinos, que tienden a ponerse del lado de Arabia Saudí.
El destacado diario de los Emiratos The National escribió en su editorial que la “actitud errónea” de Qatar era predecible: “El final de la crisis puede llegar cuando Doha corrija su política y entienda los temores de los países del Golfo. Dudamos que ese día llegue, pero Qatar debe saber que sus acciones tendrán graves repercusiones”.
Los países suníes conminan al emirato a cerrar Al Yazira y romper con Irán y los grupos islamistas