“No aceptaría la suspensión”
En una entrevista publicada ayer por el diario italiano La Repubblica, Carles Puigdemont avisa que no acatará una eventual inhabilitación. A la pregunta sobre la posibilidad de que Rajoy (el Estado) lo suspendiera del cargo, el president contestó, tajante: “Podría. (...) Pero no aceptaría la suspensión. Sería un acto político. No podría aceptarla. Iría adelante, de todos modos, con el referéndum. Si el Gobierno intentara impedir el desenlace de un voto democrático, entraría en un jardín del cual sería difícil salir”. Según Puigdemont, no será necesario movilizar a la gente en las calles en defensa de las urnas, como le sugirió la entrevistadora. “No sucederá nada –enfatizó el president. No intervendrán ni la Guardia Civil de Madrid ni los Mossos d’Esquadra catalanes. Honestamente, creo que la democracia española no consentiría la intervención de la policía en las urnas. No me lo puedo imaginar”. Sobre una posible deslealtad de Junqueras, dijo: “Excluyo que esté negociando con Rajoy”. Puigdemont reiteró que su misión es transitoria y que quiere pasar el resto de su vida en Girona, con su familia. Sobre la alternativa de reformar la Constitución, opinó: “Hoy, para los burócratas de Estado en el poder, la unidad de España es un dogma religioso. Sería más fácil discutir con el Papa de la existencia de Dios”. La Repubblica, poco rigurosa con la literalidad de las declaraciones de sus entrevistados, tituló en portada: “Yo, revolucionario por casualidad, en guerra contra Madrid”. Puigdemont no lo dijo, pero ahí quedó, en primera página. Y la osada entrevistadora le llamó “Bolívar por azar”.