Iluminando a Xavier Gafarot
La noche de San Pedro hubo una lluvia de premios en la inmortal Girona. En las afueras, donde se alza el Auditori-Palau de Congressos, Felipe VI entregaba los premios de la Fundación Princesa de Girona, en presencia del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y otros ilustres invitados. En la Fontana d’Or, en pleno casco viejo, el gremio de libreros concedía los premios del Memorial Pere Rodeja, en alusión al librero que durante años regentó la Llibreria Geli, en presencia del concejal de Cultura, Carles Ribes, y otros invitados también ilustres. Las ceremonias debieron de ser similares, con parlamentos y entrega de galardones. En la Fontana d’Or, el pregonero fue el periodista Jordi Grau y los premiados, la librera de Vilanova Rosanna Llorens y el director de prensa Xavier Gafarot. En el Auditori, el parlamento que hallo reproducido por todas partes fue de Felipe VI, pero me cuesta hallar información sobre los galardonados. Unos premian el fomento del libro y otros la capacidad de innovación. Previsiblemente, las dotaciones son incomparables, pero no es eso lo que provoca este artículo. Hay más diferencias previsibles (a la mañana siguiente el parque de la Devesa aún está cerrado y pululan por ahí decenas de mossos d’esquadra), pero la diferencia que me parece más significativa es lumínica. Hay premios que se convocan para que los focos iluminen al convocante y otros que aspiran a iluminar a los premiados.
El Memorial Pere Rodeja es de estos segundos. Y resulta significativo que este año, además de poner el foco sobre una experimentada librera hija de librero (Rosanna Llorens dedicó el galardón a su padre), haya reconocido por primera vez el quehacer de un profesional que se dedica, justamente, a trabajar para que los focos iluminen a los otros. Acostumbrado a ejercer las discretas funciones de un jefe de prensa, cuando la luz de los focos iluminó las perfiladas patillas de Xavier Gafarot, le oímos describir, con lucidez y un punto emocionado, la complejidad de su trabajo de intermediario entre empresas editoriales y medios de comunicación. En su caso, todo el mundo destaca su eficiencia, discreción y mano izquierda, imprescindibles para navegar sin pegársela por el mar de egos, prisas y presiones de la industria editorial. Los responsables de comunicación trabajan en un segundo plano de complejo ensamblaje con muchos otros planos que reivindican ser los primeros. Pero hay una cuestión previa básica que todos los autores que hemos trabajado con Xavier Gafarot apreciamos especialmente: su pasión lectora basada en la naturalidad, sin ninguna afectación ni desidia. El primer paso debe ser siempre leer. Luego ya llegarán los focos. Aunque en ocasiones deslumbren tanto que eclipsan a los premiados. Enhorabuena a todos ellos.
Hay premios que se convocan para que los focos iluminen al convocante y otros que iluminan a los premiados