El león en verano
El maillot amarillo pertenece a Crédit Lyonnais desde 1987
Amaury Sports Organisation (ASO), la empresa propietaria del Tour de Francia, cuenta con cerca de trescientos trabajadores fijos y factura 250 millones de euros. La niña de sus ojos es el Tour, pero la empresa francesa tiene tentáculos en muchas otras carreras ciclistas (no hace mucho ha llegado a un acuerdo de colaboración con la Volta a Catalunya), y en otros deportes como los rallies (Dakar), vela, golf y maratones (el de París y el de Barcelona entre otros). Sólo en ciclismo, organiza unos cien días de carrera anuales.
Pero tratándose del Tour, el colaborador más relevante de ASO es el Crédit Lyonnais. Mejor dicho, LCL, que es la denominación actual del banco que figura en el maillot amarillo del líder. LCL paga unos diez millones de euros por un contrato que incluye también la París-Niza, la París-Roubaix, el Dauphiné y la París-Tours. Es un acuerdo que viene de antiguo y para muchos aficionados la imagen más presente del Tour es el característico león del banco lionés, que ya acompañaba los años de gloria de Miguel Indurain y que continúa presente en las ceremonias del podio como símbolo del liderato de la carrera.
Curiosamente, este león ya no forma parte de la imagen del LCL. Quedó apartado por sus vínculos con el pasado oscuro del Crédit Lyonnais, un banco histórico (fundado en 1863), uno de los tres grandes de Francia (con BNP Paribas y la Société Générale) que acabó prácticamente en quiebra antes de ser recapitalizado y quedar bajo el dominio del Crédit Agricole. De hecho, en la imagen de marca actual domina el color azul y el ama- rillo clásico ha perdido relieve.
Por este motivo, el león duerme durante once meses y sólo asoma la melena en julio, para el Tour. Por la enorme fuerza que todavía transmite su imagen al lado del líder de la carrera ciclista más importante del mundo.
La historia del maillot amarillo que distingue al líder del Tour tiene sus orígenes en plena edición de 1919 (el Tour es de 1903), que fue cuando los organizadores decidieron que había que distinguir al primero clasificado. Y apostaron por el amarillo porque era el color del papel del diario que promocionaba la carrera, L’Auto. El francés Eugène Christophe fue el primer portador, a partir de media carrera.
El patrocinio del Crédit Lyonnais llega en el año 1987. En los setenta, la exclusiva de la camiseta del líder era de los helados Miko. Después, el patrocinador fue Banania (chocolate en polvo). Hasta que llegó el banco de Lyon. Ya patrocinaba otros aspectos menores, pero el maillot amarillo es suyo desde ahora hace 30 años. También tiene espacio destacado en la caravana publicitaria, donde figura un coche con un enorme león. Y no parece que LCL piense dejarlo, porque, según los estudios de ASO, le reporta el equivalente de 140 millones de euros en repercusión publicitaria. El actual contrato acaba en el 2018, pero ya negocian ampliarlo. Como declaraba recientemente un alto responsable de marketing de LCL, “la única cosa que puedo explicar es que cada vez que renovamos, el montante del contrato no baja”.
CAMBIO IDENTITARIO Rebautizado LCL, el banco lionés ya hace tiempo que archivó el león, que sólo reaparece en el Tour