Rajoy y Sánchez coinciden contra el 1-O y el socialista pide que tome la iniciativa
Rajoy y Sánchez se reencontraron ayer y mantuvieron una entrevista de casi dos horas y media en un clima “cordial”, nada que ver con su última cita, en agosto del 2016, cuando ambos pugnaban por la investidura El líder del PSOE reclama al presidente que
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez intentaron ayer abrir una nueva etapa en su relación, que años atrás podría calificarse de más que mala. Lo hicieron con un cierre de filas en contra del referéndum catalán del 1 de octubre, pero en principio no fueron más allá. Sánchez reclamó a Rajoy que tome la iniciativa y proponga soluciones políticas para Catalunya, mientras que el presidente del Gobierno se limitó a escucharle y a comentarle que lo estudiaría con calma y le daría una respuesta.
Tanto a Mariano Rajoy como a Pedro Sánchez les interesaba escenificar ayer su reencuentro, y sellar una suerte de reconciliación –tras años de mutuo desprecio– ante las grandes cuestiones de Estado. El presidente del Gobierno visualiza así que no está solo, pese a su minoría parlamentaria, frente a los retos prioritarios que debe afrontar. Y el reelegido secretario general del PSOE evidencia así su relevancia como líder de la oposición y única alternativa al Gobierno del PP tras considerar definitivamente ganada a Pablo Iglesias la batalla por el puesto. Así que la cita en la Moncloa se prolongó por espacio de casi dos horas y media, en un ambiente que las dos partes reconocieron como “cordial”. Justo lo contrario al último y tenso encuentro que ambos celebraron, en agosto del 2016, cuando tras la repetición de las elecciones los dos pugnaban por su propia investidura como presidente del Gobierno.
En aquella ocasión, tras apenas veinte minutos de reunión, Sánchez salió de la Moncloa asegurando que la cita había sido “perfectamente prescindible”, mientras Rajoy tachó de “disparate y locura” que el líder del PSOE siguiera obstinado en bloquear la legislatura y abocara a España a unas terceras elecciones generales en menos de un año. Apenas dos meses después, rodó la cabeza de Sánchez en el PSOE y Rajoy pudo gobernar.
El cambio de actitud de ambos se pudo constatar ayer por sus amplias sonrisas desde el mismo momento en que se encontraron a las puertas de la Moncloa. Y Catalunya, entre las grandes cuestiones de Estado que pusieron sobre la mesa, sirvió como punto de encuentro en el mutuo rechazo al referéndum de autodeterminación que Carles Puigdemont tiene anunciado para el próximo 1 de octubre. La coincidencia fue absoluta en la defensa de la legalidad y la Constitución y en rechazo al “referéndum de secesión”.
Fue lo que quiso subrayar el Gobierno. “Ha habido una coincidencia absoluta en lo sustancial, la prioridad es declarar inaceptable este referéndum de secesión e inaceptable la violación sistemática y constante de la Constitución y las leyes”, celebró el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo.
Certificado el acuerdo, Sánchez instó a Rajoy, como presidente del Gobierno, a tomar la iniciativa para aportar “soluciones políticas” a la cuestión catalana. El líder del PSOE le recordó que hace tres años, cuanPero do Rajoy le recibió por vez primera en la Moncloa, ya estaban a las puertas de la consulta del 9-N que convocó Artur Mas. Y tres años después, con el 1-O ahora en el horizonte, no sólo no se ha resuelto nada sino que todo ha ido a peor. Así que Sánchez le expresó a Rajoy la imprescindible necesidad de “abrir vías de diálogo” entre el Gobierno y la Generalitat. Es decir, y para empezar, que Rajoy se reúna con Puigdemont para reabrir el diálogo político y explorar alternativas a un choque al que Sánchez no cree que se deba contraponer simplemente la acción del Tribunal Constitucional. Rajoy, no obstante, le respondió que creía que era “muy complicado, casi imposible” volver a tener una reunión ahora con Puigdemont, según fuentes socialistas. Aunque el presidente del Gobierno tampoco se negó a intentarlo.
Sánchez insistió en todo caso en que considera “imprescindible” ese diálogo entre Rajoy y Puigdemont. también comunicó a Rajoy que si dicha vía de diálogo fracasa, o ni siquiera se logra abrir, el PSOE no hará “dejación” de la función que le corresponde como primer partido de la oposición, y planteará un amplio paquete de iniciativas legislativas en el Parlamento. Unas iniciativas que, según aseguró Sánchez ya por la noche en Telecinco, pueden servir para “distender la situación”. El líder del PSOE recordó que “hay una mayoría alternativa al PP en el Congreso, y podemos hacer mucho para encauzar ese diálogo”.
Sánchez quiere así abrir el debate sobre la reforma de la Constitución
Rajoy ve “complicada, casi imposible” una cita con Puigdemont para desbloquear la situación
en una subcomisión del Congreso, insistió ayer. Su propuesta reconoce el carácter plurinacional del Estado, según la resolución del último congreso del PSOE. Pero además, y aunque aún no ha desvelado públicamente sus intenciones, el líder del PSOE quiere recuperar algunas de las medidas que el propio Puigdemont le propuso negociar a Rajoy en su última cita en la Moncloa, en abril del 2016. Entre ellas, el equipo de Sánchez ya está trabajando en transformar en iniciativas legislativas algunas de las demandas de Puigdemont en infraestructuras (inversiones en Rodalies, carreteras y el corredor mediterráneo), financiación autonómica, lengua y educación, y otras medidas sociales. Esto casa además con la antigua propuesta de Zapatero –actualizada ahora por el presidente del consejo de política federal del PSOE, el extremeño Fernández Vara– de intentar desenterrar los artículos “recuperables” de Estatut tras la sentencia del TC.
Pero esas son las iniciativas que quiere impulsar Sánchez, y que ayer no le planteó a Rajoy. El líder del PSOE considera que es al presidente del Gobierno a quien le corresponde dar un paso al frente y plantear sus soluciones políticas a la cuestión catalana. Rajoy, eso sí, tomó nota de la posición de Sánchez, aseguró que la estudiaría con calma y que le daría una respuesta. Dirigentes del PSOE aseguran que ahora es el momento de que Rajoy “se retrate”. Y sólo después, presentarán sus iniciativas legislativas para las que aseguran que buscarán el máximo respaldo parlamentario, incluido el del PP. “Primero debe haber un diálogo entre poderes ejecutivos, y si no funciona plantearemos las medidas legislativas, donde también debe estar el PP”, explican en el equipo de Sánchez.
Rajoy no hizo ayer mención alguna a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ni por tanto Sánchez le replicó nada al respecto. La portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, reveló después que en la ejecutiva del PSOE del pasado lunes hubo un consenso absoluto en considerar que el artículo 155 no era “una medida conveniente” para esgrimir ante la cuestión catalana. Sánchez, eso sí, reclamó “mesura” a Rajoy, para que no se repitan declaraciones como las de la ministra de Defensa apuntando que las fuerzas armadas defenderán “por tierra, mar y aire la integridad y la soberanía” de España. Palabras que, a juicio de Sánchez, “sólo sirven para alimentar al bloque independentista”.
Rajoy, según fuentes socialistas, no tiene en todo caso en la cabeza la aplicación del artículo 155, que algunos dirigentes interpretan como una suspensión de facto de la autonomía catalana, sino recurrir al artículo 92 de la ley del Tribunal Constitucional, que prevé la suspensión de cargos públicos que no acaten sus sentencias.
Sánchez censura a Cospedal por su alusión al ejército como garante de la unidad de España