EE.UU. amaga de nuevo con el uso de la fuerza para castigar a Pyongyang
Estados Unidos ha advertido que está dispuesto a recurrir al uso de la fuerza para poner fin a las provocaciones de Corea del Norte. Su embajadora ante la ONU, Nikki, Haley, respondió así el miércoles al ensayo de un misil balístico intercontinental (ICBM) llevado a cabo por el régimen norcoreano, que se estima que podría alcanzar el territorio de Alaska.
En su intervención ante la ONU, en la que exigió aumentar la presión internacional contra Pyongyang, Haley afirmó que este lanzamiento representa “una aguda y clara escalada militar” y que ante esta situación, su país está preparado para hacer uso de todas sus capacidades para defenderse. “Y una de nuestras capacidades son nuestras considerables fuerzas militares y las usaremos si hay que hacerlo”, dijo la diplomática estadounidense.
Por su parte, Donald Trump, desde Varsovia, emplazó a la comunidad internacional “a afrontar esta amenaza global y a mostrar a Corea del Norte que su mal comportamiento tendrá consecuencias”. El presidente de EE.UU. se mostró partidario de aplicar medidas “muy severas”, aunque luego precisó diciendo que “esto no quiere decir que lo vayamos a aplicar”, en alusión a una posible acción militar.
No obstante, las tropas estadounidenses llevan dos días de maniobras con lanzamientos de misiles en el mar de Japón con el ejército de Corea del Sur, como réplica a la prueba norcoreana.
Rusia y China, por su parte, reiteraron su rechazo tanto a un aumento de las sanciones, como al uso de la fuerza, y apuestan por una doble moratoria para rebajar la tensión. Piden a Pyongyang congelar sus pruebas nucleares y de misiles y a EE.UU. y Corea del Sur dejar de hacer maniobras en la región, como paso previo a recuperar el diálogo.