La UE quiere controlar el trabajo de las oenegés que salvan migrantes
Las oenegés deben cambiar su forma de operar en el Mediterráneo para rescatar migrantes frente a la costa de Libia, reclamaron ayer los ministros del Interior europeos, presionados por Italia para tomar medidas que alivien la crisis migratoria del Mediterráneo central.
Unos 85.000 migrantes de los 100.000 que han llegado este año a la Unión Europea lo han hecho a través de Italia, de acuerdo con la Oficina Internacional de Migraciones. Los mecanismos de crisis europeos no sirven. La inmensa mayoría de los que llegan son inmigrantes económicos y no refugiados, de ahí que no puedan ser redistribuidos al resto de los países del club.
“Regionalizar” las operaciones de rescate y desembarcar los migrantes en puertos de diferentes países no es la respuesta adecuada, coincidieron ayer en señalar tanto los países potencialmente afectados, como España o Italia, como los del Norte. La medida, sostienen, sólo tendría un efecto llamada.
En lo que todos los ministros europeos estuvieron de acuerdo fue en que hay que colaborar más con Libia y sus vecinos para frenar las salidas y en que es necesario controlar más de cerca la acción de las oenegés que operan en la zona, responsables de más de la mitad de los rescates. El código de conducta que prepara el Gobierno italiano “prohíbe absolutamente” a estas organizaciones “entrar en aguas libias” y les obliga a “no apagar los transpondedores”, algo que se les acusa de hacer para no ser detectados cuando van más lejos de lo permitido.
El texto insta a las oenegés a colaborar con los guardacostas libios en todo momento, aceptar policía a bordo para investigar los casos de tráfico de personas y ser más “transparentes” sobre sus fuentes de financiación, entre otras medidas que, de no cumplir, pueden llevar al Estado italiano a denegarles el acceso a sus puertos. El documento recibió “un amplio apoyo” por parte de los ministros europeos, afirmó la presidencia estonia.
“Tenemos un gran respeto y reconocimiento por el trabajo de las oenegés”, pero “debemos coordinarnos mejor sobre el terreno”, resumió el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopulos. “La tarea de salvar vidas no cambia, pero debemos atajar los flujos. Todo el mundo debe entenderlo. La respuesta pasa por equipar a los guardacostas libios para que salven vidas dentro de sus aguas territoriales, que es donde se pierde la mayoría” y devolverlos a tierra, defendió.
Amnistía Internacional calificó ayer de “temeraria” esta política dado el elevado riesgo de que los migrantes sufran serios abusos si son devueltos a Libia dada la pésima situación de seguridad en el país. Italia anunció ayer 30 millones de euros en ayudas a Libia y sus países vecinos para que controlen mejor sus fronteras y frenen las salidas de migrantes.
Para Amnistía Internacional el plan europeo de que Libia se quede los refugiados es temerario