Baleares pide una mejora de su régimen fiscal
Armengol logra el aval de todos los grupos, incluido el PP
A cal y canto. Las puertas de la Moncloa siguen herméticas para la mayoría de los gobiernos autonómicos con los que el PP mantiene innumerables desencuentros. Uno de ellos es el Ejecutivo balear, que, no obstante, ayer consiguió relajar las tensas relaciones que mantiene con Madrid. De hecho, el Gobierno que preside la socialista Francina Armengol tiene en suspenso diferentes leyes tras encontrarse con la oposición del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que las ha recurrido ante el Tribunal Constitucional. Aun así, y tras casi un año de espera e insistiendo para abrir una puerta al diálogo que permita mantener unas relaciones más fluidas, Armengol logró su objetivo de plantarse en la sede de la Presidencia del Gobierno para hacer oír su voz. No obstante, y pese a ser recibida, la sensación es agridulce, ya que el encuentro, pese ser al más alto nivel, no se produjo con Mariano Rajoy, sino con su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Con todo, la reunión marca un antes y un después, ya que, de acuerdo con Armengol, fue “fructífera”. Es más, “inmediatamente” se producirá un segundo encuentro con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Un cambio de escenario inédito.
En medio de este clima de entendimiento y mejora de las relaciones, la presidenta de Balears expresó durante su estancia en Madrid una petición clara al Ejecutivo de Rajoy: “generosidad” en la oferta que pueda hacer a Catalunya “desde la legalidad”, si realmente quiere, aseguró, que ese territorio siga formando parte de España. De hecho, ahondó más y aseguró que Rajoy ha ofrecido “poco” para mantener a Catalunya dentro de España. Antes de acudir a la Moncloa, Armengol participó en un desayuno informativo donde advirtió que las distintas comunidades autónomas que forman el Estado español necesitan tener “la certeza de que juntos les irá mejor”.
Desde el Ejecutivo de Rajoy no se han pronunciado ante las peticiones de Armengol para con Catalunya. No obstante, del mensaje expresado por Saénz de Santamaría sobre las demandas planteadas por Baleares se intuye
Sáenz de Santamaría avisa que el Gabinete sólo atenderá las peticiones amparadas por el consenso
su postura. La vicepresidenta insistió en que el Gobierno únicamente atenderá a las peticiones amparadas por el consenso y la unidad.
En este sentido, la número dos de Rajoy comunicó a la presidenta balear su “compromiso” de negociar un nuevo régimen especial para el archipiélago, siempre y cuando se mantenga el consenso alcanzado en las islas, al que, incluso, se ha sumado el Partido Popular. Esta nueva propuesta plantea hasta 23 medidas y se basa en cuatro principios fundamentales: el primero de ellos es que los costes de vida de los ciudadanos de Baleares sean los mismos que los de la Península a la hora de viajar o importar un bien. El segundo principio, que las Baleares tengan las mismas ventajas que el resto de las islas de la UE, fiscales o de cualquier otro tipo. El tercer principio es que se compense la insularidad y que Baleares tenga “las mismas ventajas” que Canarias, y el cuarto es que la comunidad balear no renuncia bajo ningún concepto a que el Estado incremente sus inversiones en las islas y mejore su actual financiación, que está por debajo de la medida de las comunidades autónomas. Todo para compensar el coste de la insularidad, que, de acuerdo con la Universitat de les Illes Balears (UIB), se cifra en 8.000 millones de euros. De momento, Madrid ha abierto la puerta a la negociación. Una hoja de ruta que llega prácticamente 20 años después de la aprobación del actual Régimen Especial de Balears, que entró en vigor en 1998.