Las españolas de 40 a 64, el único grupo en el que aún aumenta el tabaco
La tendencia general en toda la población española es fumar menos. Sobre todo entre los jóvenes, hombres y mujeres, donde la cifra de fumadores desciende cada año entre el 3% y el 4%. También los hombres de más de 40 siguen esa tendencia de todo el mundo occidental. Pero no las mujeres maduras. Según un estudio de proyección estadística llevado a cabo por la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), el Institut Català d’Oncologia (ICO) y la Universidad de Alcalá, de ahora al 2025 las españolas de 40 a 64 años no sólo no reducirán el tabaco, sino que consumirán más, un 1,8% de aumento cada año.
“Ese grupo de mujeres se comporta ahora como lo hicieron los hombres con 20 años más”, explica el investigador principal del estudio José María Martínez-Sánchez. “Las cifras nos indican que lo estamos haciendo bien en el trabajo de prevención, porque en conjunto toda la población va disminuyendo la adicción al tabaco, sobre todo los menores de 40 , y muy especialmente las mujeres: cada vez empieza a fumar menos gente”, recuerda Esteve Fernández, director del centro de la OMS para el control del tabaco en el ICO. “Pero habrá que hacer algo mucho más constante y específico para ese grupo de mujeres. Dejar el tabaco no es fácil y esa franja de edad corresponde a quienes empezaron en los años 70 y 80, cuando los hombres empezaban a dejarlo y la industria se volcó con los jóvenes y las mujeres, con una agresiva publicidad que les inició masivamente. Y dejar el tabaco cuesta y encima quita el apetito y ayuda a no engordar esos kilos asociados a la edad”, reconoce el experto.
Las fumadoras de esa franja de edad no fuman tanto como los hombres e incluso una gran parte son fumadoras felices, las que no pasan de 10 o 12 cigarrillos y van al gimnasio, corren... “No han notado aún los efectos, que aparecerán después de los 60 años”, apunta Esteve Fernández. “En nuestra proyección estadística se traduce en un incremento notable del cáncer de pulmón, que superará en número de muertes al de mama”, indica José María Martínez.
Desde el punto de vista de la salud pública, la investigación apunta a un grupo especialmente vulnerable: las mujeres de esas edades con peor situación económica. Entre las bien situadas económicamente hay mucho más abandono del tabaco. “Y demuestra que hay mucho que hacer en políticas sanitarias. Medidas como las de Francia de subir el precio de la cajetilla a 10 euros acelerarían notablemente la bajada del tabaquismo”, asegura Esteve Fernández.