El Ayuntamiento y el club pactan el futuro Espai Barça
El proyecto, que abrirá el actual recinto deportivo a la ciudadanía, se discutirá en el pleno municipal del día 21
El FC Barcelona sacará adelante la remodelación del denominado Espai Barça, que comportará la reforma del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau Blaugrana y de edificios de oficinas y hotel, además de la apertura del perímetro del estadio. El Ayuntamiento presentó ayer las líneas básicas del acuerdo, que se presentará a aprobación inicial en el pleno del 21 de julio y que comportará una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) para transformar este espacio, en que el Barça ocupa 253.000 metros cuadrados de terreno y que comportará que Barcelona gane 33.000m2 deespaciociudadano.
El club, finalmente, asumirá todos los gastos de urbanización, que se elevan a 122 millones de euros. Esta cantidad se enmarca dentro de los 633 millones que invertirá el Barça en toda la remodelación de los terrenos que ocupa en Les Corts.
La teniente de alcalde, Janet Sanz, fue la encargada de explicar las líneas maestras de este pacto, del que no se ha querido hacer un acto protocolario. Los antecedentes de anteriores reformas –el plan del Barça 2000 y el de Norman Foster–, que no llegaron a concretarse o materializarse y provocaron un fuerte rechazo vecinal, aconsejaron las cautelas municipal y del club. La intención es presentar el acuerdo formal una vez esté aprobado el proyecto de manera definitiva, algo que podría ocurrir a finales de este año o principios del que viene.
Así las cosas, se ha previsto convertir la manzana donde se encuentran el Camp Nou y el Palau Blaugrana en un recinto sin vallas abierto a los vecinos. Sólo se cerrará el perímetro, muy próximo a la fachada del estadio, los días en los que se celebre partido. De esta manera, el campo de fútbol dejará de ser una frontera para los vecinos del barrio, una de las reclamaciones que más han esgrimido a lo largo de los dos años de conversaciones las entidades de la zona.
El pasado mes de febrero, los responsables del FC Barcelona presentaron el proyecto, que ya se había ido consensuando con vecinos y Ayuntamiento. Finalmente, el plan sufrirá algunas modificaciones fruto de las conversaciones con el equipo de gobierno. Uno de los principales cambios afecta al aparcamiento soterrado, que se convirtió en el principal escollo de las negociaciones, ya que el Consistorio consideraba que estaba sobredimensionado. Los responsables municipales sostenían que invitaba a los socios a desplazarse en vehículo hasta el campo cuando el objetivo que se buscaba era el de reducir la movilidad privada en el barrio. De ahí que, finalmente, se mantenga el mismo número de plazas que hay ahora para los turismos, en total 3.200, además de habilitar 1.000 para motos y 700 para bicicletas en el
interior del recinto. Al margen, se construirá otro parking soterrado para autocares de las aficiones visitantes, que en un principio tendrá capacidad para 50 vehículos y luego se ampliará a 70. Además se reurbanizará la calle Menéndez Pelayo para habilitar el estacionamiento de otros 60 autocares en días de partido. De esta manera, explicó Janet Sanz, se podrá recuperar la plaza Bederrida como un parque ciudadano.
El futuro Espai Barça facilita la remodelación del Camp Nou y su transformación en un edificio más moderno, flexible y eficiente energéticamente. También comportará que en la manzana que hoy ocupa el Miniestadi, una vez se construya el nuevo campo en Sant Joan Despí, se ubique el nuevo Palau Blaugrana y otras instalaciones como el Palau de Gel. El proyecto también prevé otras edificaciones que no están vinculadas a la práctica deportiva pero que se levantarán en terrenos del club. Se trata de dos edificios de oficinas, uno de ellos de servicios administrativos del Barça, un establecimiento hotelero y el centro de atención del socio. Los nuevos inmuebles tendrán un máximo de planta baja más diez pisos y podrán albergar locales de restauración y comercio. En total, se destinarán a estas nuevas edificaciones, que se concentrarán en el cruce de Arístides Maillol y Joan XXIII, 30.000 m2. El aprovechamiento urbanístico de estos nuevos usos terciarios reportará al Ayuntamiento 5,4 millones de euros, que se invertirán en equipamientos del barrio.
Otro de los escollos de la negociaciones que se ha saldado a favor del Ayuntamiento ha sido la rebaja del techo edificable del establecimiento hotelero, de 14.000 a 10.000 m2. Sanz explicó ayer que tendrá un máximo de entre 150 y 160 plazas. Podría ser que el nuevo hotel del Barça agotase todas las plazas disponibles para Les Corts que establece el Plan Especial de Alojamientos Turísticos (Peuat), que fija un tope en el distrito.
Asimismo, la futura oficina de atención del socio se ubicará donde ahora mismo se encuentra el edificio Picadero, un inmueble de viviendas. El compromiso al que han llegado las dos instituciones pasa porque el Barça asuma el coste de la indemnización y realojo de estos vecinos. El club, además, se compromete a aportar anualmente 173.000 euros para contribuir a la financiación del transporte público en aquel ámbito. Precisamente, para mejorar la movilidad también se pondrán en marcha tres autobuses lanzadera con destino a las estaciones de Sants Estació, plaza Espanya y Sarrià para facilitar los desplazamientos.
Janet Sanz explicó que a finales de este año o el que viene el plan podría aprobarse definitivamente. Los grupos de la oposición se mostraron ayer favorables al proyecto, lo que permitiría que en cuestión de pocos meses la Generalitat aprobara la modificación del Plan General Metropolitano. Esto daría vía libre para que el club pudiese iniciar las obras el verano que viene.
LOS INMUEBLES El Barça alzará tres edificios nuevos entre Arístides Maillol y Joan XXIII
EL CALENDARIO Los trabajos de transformación podrían empezar el año que viene