Piratas, Julio César y un médico argelino
Una cumbre de expertos en Gabo han dado la vuelta como un calcetín, esta semana, a
Cien años de soledad, en los cursos de verano de la madrileña Universidad Rey Juan Carlos, dentro de un ciclo organizado por la Fundación Gabriel García MárquezFNPI, representada por su director, Jaime Abello, codirector del evento junto con el periodista Antonio Rubio. Una de las aproximaciones más curiosas fue la de Juan Valentín Fernández de la Gala, que ha analizado toda la obra del colombiano desde el punto de vista de la medicina: “Hay varios personajes médicos constantemente. Utiliza la enfermedad para crear suspense, para conocer íntimamente a cada personaje y realiza un uso extraordinario de los términos, que adecua a cada época histórica”. Fernández ha conseguido identificar al referente real del doctor Octavio Giraldo de La mala hora y El coronel no tiene quien le escriba, que es el argelino Mohamed Tebal, héroe de la independencia de
Argelia al que Gabo conoció en sus años bohemios de París. “Fueron tan amigos que le invitó a la celebración de la independencia”. Por su parte, José Manuel Camacho Delgado rastrea la huella de los clásicos en su obra. Crónica de una muerte anunciada es la reescritura del asesinato de Julio César –explica–. Santiago Nasar muere de 23 puñaladas, las mismas que Julio César, y le cuelan por debajo de la puerta un papel que no llega a leer, como en el caso del romano. Otra huella son las crónicas de navegantes, de Marco Polo a las Crónicas de Indias y las novelas de aventuras, y directamente las historias de piratas, en especial de Francis Drake, el segundo que dio la vuelta al mundo, o Sir Walter Raleigh, que no fue un corsario sanguinario, sino alguien que estudió en Oxford y que aseguró haber encontrado ElDorado, en un relato algunos de cuyos detalles reencontramos luego en Macondo”. Hoy está prevista la clausura de las jornadas.