Tomates de verano, cargados de vitamina C y antioxidantes
Nos quejamos todo el año de que los tomates no son como antes, de que cuesta encontrar un tomate con sabor y en muchos casos no nos falta la razón. Pero valen la pena, porque la lista de sus propiedades es inacabable. El humilde tomate, de la misma familia que la patata, es un crak como alimento. Tiene menos de 20 Kcal, más de un 80% de su peso es agua y su contenido en vitaminas es muy alto: 100 gr de tomate aportan un 25% de las necesidades diarias de vitamina C. El tomate es también rico en un pigmento denominado licopeno que posee probadas acciones antioxidantes y un cierto efecto preventivo ante la enfermedad cardiovascular. Hay estudios que apuntan un efecto protector sobre el cáncer de próstata. Y a todo lo anterior se suma que tiene poquísimo sodio y mucho de potasio, fibra y vitaminas del grupo B. Y lo mejor de todo, ahora está en su momento. Aunque nos empeñemos en comer tomates todo el año, es un fruto de verano. Es ahora cuando el tomate además de beneficiar nuestro organismo puede ser un placer para el paladar. Y es que como en otros muchos casos, para tomar superalimentos no hace falta buscar exotismos ni pagar.