Para acabar ‘despasito’
Comenzó fuerte (o raro para ser Cap Roig) pero bien. La banda de Jeff Tweedy suscitó, ya desde el primer acorde, la atención reverencial que su público, tan entendido, le ofrece en todos los conciertos. Los que saben dicen que con sus canciones lánguidas y gomosas Wilco se ha convertido en uno de los últimos grandes representantes del rock estadounidense de raíz. Y lo demostraron ayer absorbiendo con devoción tema a tema. Coreando sílaba a sílaba de este sexteto curioso. Con un entusiasmo trascendental, sobre todo en los temas más conocidos… como el I am trying
to break your heart. Viéndolos tan concentrados, con la mirada clavada directamente en el escenario (y ¡por fin! no a través de la pantalla del móvil como viene sucediendo desde hace ya demasiados años en tantos espectáculos) se entiende que para quienes los siguen al menos desde el 2009 esta banda es como una religión. La que ha permitido a estos tipos trascendentales sobresalir entre todas las bandas que promueven el alt-country…. añaden también sus reverentes seguidores.
Que son buenos lo pudieron comprobar (o descubrir) ayer en directo los alcaldes de Mont-ras y de Palafrugell, en una noche libre de nubes en la que no faltó (se supone) Joan Cornellà. ¿Que quién es Cornellà? Pues ni más ni menos que el ilustrador e historietista catalán que firma la portada de Schmilco, el último disco del grupo estadounidense. Esa es la banda sonora de esta noche inaugural de Cap Roig que dejó especialmente satisfecho a su director, Juli Guiu, que, eso sí, cruzaba los dedos para que hoy, por fin, pueda tener en estos maravillosos jardines a Woody Allen. Rezaba seguro, como todos, para que el cineasta, que ya estuvo programado hace doce años (cuando canceló inesperadamente su gira europea) esté esta vez preparado para reinaugurar este festival boutique que hace ya tiempo que tiene agotadas muchas entradas.
Son, pasaba cuentas Guiu, entre otras, las de Anastacia (14 de julio), Norah Jones (29 de julio), Sílvia Pérez Cruz (31 de julio), Dani Martín (6 de agosto) y David Bisbal (21 de agosto) y, cómo no, las de Luis Fonsi… que va a imponer su Despasito hacia el final, el 5 de agosto.
Entre todos pintan un cartel potente y variado. Suficiente, y de sobra, para que el cenador de Via Veneto vuelva a colgar una vez más su cartel de completo (ya será la cuarta edición que traslada todos sus efectivos y personal a Cap Roig para atender a las estrellas y espectadores) en un año que, además, resulta muy especial para los Monje porque es el del 50.º aniversario de su afamado restaurante.
Si en el escenario triunfa la música, en la mesa lo hacen el pescado de la lonja de Palamós con especies raras pero exquisitas como el dot (es el mero de las profundidades), la urta y el dentón. O la carne de Girona. O los tomates raros (como la al final acertada apuesta de Wilco, se insiste), tipo el rosa ple o el diderot.
Quedó claro que las canciones lánguidas de Wilco tienen un entendido y fiel pelotón de seguidores