La ‘Barbie’ que les ganó la liga a los chicos
UN ÁRBITRO LA LLAMÓ “BARBIE” Y ELLA ACABÓ DE PICHICHI DE LA LIGA INFANTIL Y CAPITANA DEL EQUIPO FEMENINO QUE HA DERROTADO A 16 EQUIPOS MASCULINOS
Sueña con jugar en EE.UU., donde es habitual que chicos y chicas compitan en el fútbol universitario
Al árbitro le dolía el resultado. Las chicas del AEM Lleida adelantaban a un equipo de chicos en el marcador. Su machismo le traicionó tras pitar una falta: “¡Venga –espetó a una de las jugadoras que se dolía en el suelo– levántate, Barbie!”.
Fue un grave error arbitral porque aquella jugadora era Andrea Gómez, la capitana del equipo femenino, que se levantó de un salto al oír el insulto y capitaneó la victoria de las chicas aquella tarde y toda la temporada de la liga infantil frente 16 equipos masculinos.
Andrea se ha lucido una y otra vez en los campos regateando a los chicos con endiablados cambios de ritmo, pero también metiéndoles 38 goles, que le han convertido en la máxima goleadora de la liga.
¿Alguna otra reacción antideportiva ante la evidente superioridad femenina? Pues algunas madres, explican las chicas del Asociación de Ex Alumnos Maristas (AEM) son las que peor han tolerado que sus hijos fueran derrotados por las féminas.
“En cambio, los chicos –explica Andrea– se lo toman mejor que muchos padres y madres cuando les ganamos, pero aún me hace mucha ilusión que reconozcan que somos chicas, sí, pero les ganamos porque podemos jugar y jugamos mucho mejor que ellos”.
A la goleadora le gustaría que la fichara una universidad de EE.UU. y tal vez conseguir una de las becas para las mejores futbolistas que permiten estudiar y competir en las mejores ligas universitarias, donde chicos y chicas suelen jugar juntos.
“Estoy segura –argumenta– de que las chicas podemos compensar con habilidad técnica y aplicación estratégica nuestra menor fuerza física”. Y las chicas del AEM lo han demostrado sobre el terreno de juego: por lo menos en la categoría infantil : hasta los 14 años.
El presidente del AEM, Sergi González, explica por qué las chicas han demostrado su liderazgo en la categoría cuando a priori a esa edad tienen menos fuerza física.
“Disciplina. Son muy disciplinadas y obedecen al pie de la letra las instrucciones tácticas que les damos. También han demostrado un espíritu de equipo excepcional y el liderazgo y la habilidad con la pelota de Andrea han sido decisivos”.
El pequeño club ilerdense ha visto cómo, tras tres años de competición y trabajo, el título les permite ahora crecer en presupuesto a lo que ha contribuido que las jugadoras fueran nombradas embajadoras de la campaña “Cap nen sense bigoti” de la Fundació La Caixa.
Andrea sigue entrenando tres veces por semana después de haber acabado 2.º de ESO y haber alcanzado proyección internacional con la publicación de un reportaje sobre el AEM en The New York Times, que la sitúa con honores como promesa en el mercado global del futbol universitario.
El AEM es un club amateur que decidió hace ya una década concentrarse en el futbol femenino. Una decisión poco común en España, donde el deporte más popular es, al contrario que en otros países, considerado aún una competición prioritariamente masculina en el que las ligas y los equipos femeninos tienen un papel secundario.
Pero en el 2014, tras una liga en la que las chicas del AEM se habían impuesto con claridad a los demás equipos femeninos, se decidieron a inscribirse por primera vez en la liga infantil, una categoría de edad en la que hoy aún se permite la competición mixta, después de años en que era exclusivamente masculina.
En aquel momento, la decisión de jugar contra chicos no estaba tan clara como parece hoy con la copa ya en las vitrinas del club: “Algunos padres –explica Sergio González– nos hubieran acusado de humillar a las chicas si hubiéramos sido derrotados partido tras partido”.
En la primera temporada quedaron las duodécimas de 18 clubes, pero fueron ganando confianza y empezaron a considerarse iguales con el balón. En la que acaba han ganado 12 de los 14 partidos jugados, han empatado dos, y en la próxima el esfuerzo de autoestima y superación va a ser para ellos.