“Ya noto el peso de ‘Blade Runner’”
Ana de Armas vuelve a las pantallas en octubre junto a Harrison Ford y Ryan Gosling
Hace tiempo que la actriz cubana afincada en Hollywood Ana de Armas (La Habana, 1988) no tiene vacaciones. Por eso pegarse un chapuzón en la Costa Brava como hizo este fin de semana le parece uno de esos pequeños placeres de la vida de los que hay que disfrutar. “Aunque vivo en Los Ángeles y allí hay playa, no soporto el agua tan fría. ¡Soy cubana!”, se justifica la joven intérprete que con sólo 29 años se ha hecho ya un hueco en la meca del cine.
En octubre volverá a las pantallas con Blade Runner 2049, la esperada secuela del filme de culto dirigido hace 35 años por Ridley Scott, compartiendo reparto con actores de la talla de Harrison Ford y Ryan Gosling. Desde que aterrizó en Hollywood, hace tres años, no ha parado de trabajar. En el 2015 estrenó Toc “Echo de menos Cuba todos los días”, confiesa la actriz, instalada en Los Ángeles por su trabajo
Toc con Keanu Reeves, con quien volvió a coincidir en La hija de Dios y el año pasado participó en el film
Manos de piedra, junto a nada menos que Robert de Niro, y en Juego
de armas, en la que compartió cartel con Bradley Cooper y Jonah Hill. Que Ana de Armas está pisando fuerte no lo dudan ni medios estadounidenses como la revista Variety, que incluye a la actriz en su lista de los diez intérpretes a seguir en un futuro inmediato.
“Me gustan los retos, nunca he sido una persona a la que le guste acomodarse”, explica Ana para justificar por qué decidió irse a Los Ángeles. “Fueron las ganas de crecer como actriz y encontrar proyectos excitantes y compartir reparto con gente talentosa”. Las mismas razo-
nes que la llevaron con sólo 18 años a dejar La Habana para empezar a labrar su carrera en España, donde se dio a conocer al gran público por su papel de Carolina en El internado y donde participó también en otras series televisivas como Hispania o
películas como Mentiras gordas o Por un puñado de besos.
Que no le gusta acomodarse lo refleja su apretada agenda. El día antes de conceder esta entrevista en el hotel Alàbriga de Sant Feliu de Guíxols (asistió el viernes a su inauguración), la actriz había estado en Londres ensayando para el thriller de acción Three seconds, dirigida por Andrea di Stefano, que empezará a rodarse la semana que viene y que contará también con Clive Owen y Rosamund Pike. Y en septiembre iniciará el tour mundial de promoción de la segunda parte de
Blade Runner, dirigida por Dennis Villeneuve (La llegada) en la que interpreta el papel de Joi, la amante y amiga del oficial de policía de Los Ángeles K (Ryan Gosling), una mujer “fuerte y emocional”. Admite que el rodaje de este filme ha supuesto “una responsabilidad especial” y asegura sentir que “ya formo parte de la historia del cine”. “Durante el rodaje, todos notábamos el peso de Blade Runner en nuestros hombros y da miedo porque hay muchas expectativas, pero la película no va a decepcionar”.
A pesar de estar en plena vorágine profesional, la actriz añora muchísimo Cuba, donde siguen viviendo sus padres, su mejor amiga y su ahijado. “Echo de menos Cuba todos los días”, confiesa. Sus orígenes humildes le permiten mantener los pies en el suelo y relativizar su fama. “Mis padres no se alegran porque trabaje con fulano o mengano porque muchas veces no saben quiénes son los actores y se confunden. Están orgullosos simplemente porque me ven feliz y porque trabajo en lo que quería”, explica.