Misión de la ONU para reintegrar a los exguerrilleros de Colombia
El enviado de la organización destaca la incertidumbre en que viven los rebeldes
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dado un paso “crítico”, según António Guterres, su secretario general, para “contribuir a construir la confianza” en Colombia, una vez rubricado el pacto entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC.
El Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad el lunes una moción por la que se autoriza a la ONU a desarrollar una nueva misión en el país sudamericano. En esta ocasión, el mandato para los enviados especiales consistirá en la reintegración de los exguerrilleros de izquierda en la sociedad, después de más de medio siglo de conflicto bélico. Según las Naciones Unidas, esta tarea es el desafío más urgente después de que los rebeldes hayan entregado sus armas.
La primera misión, todavía en marcha, tenía la principal encomienda de controlar el alto el fuego y la conclusión del proceso de desarme. Sin embargo, el mes pasado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, remitió una carta al consejo en nombre del Ejecutivo y de las fuerzas revolucionarias en la que solicitaba una segunda misión para los próximos tres años, “renovable” si fuera necesario.
La segunda misión tendrá carácter civil y se pondrá en marcha el próximo 26 de septiembre, una vez cerrada la primera. A propuesta de la delegación británica, la misión, con un periodo inicial de doce meses renovables, deberá certificar la “reintegración política, económica y social” de las FARC. Pero, además, ha de verificar que se garantice la seguridad personal y colectiva de los exguerrilleros, así como los programas de protección de las comunidades y organizaciones en los territorios afectados por la guerra. Este es el conflicto más largo registrado en Sudamérica, con más de 250.000 muertos, 60.000 desaparecidos y unos 7 millones de desplazados.
El pasado mayo, una delegación de la ONU visitó Colombia para tener una visión de primera mano sobre cómo iba el proceso. Hace diez días Jean Arnault, el representante especial en ese país, compareció en el Consejo de Seguridad. Entonces dijo que el principal escollo pendiente es la reintegración de unos 10.000 exguerrilleros, cuestión que calificó de difícil. Arnault subrayó que los rebeldes de las FARC experimentan “un profundo sentido de incertidumbre” respecto a su seguridad física y su economía.
“Una paz sostenible y perdurable depende del éxito de que los de los exguerrilleros entren en la vida civil”, subrayó el consejero británico Stephen Hickey.
El órgano ejecutivo de la ONU encargó a Guterres que de inmediato inicie los preparativos para que, en un plazo máximo de 45 días, presente recomendaciones sobre el tamaño y los aspectos operativos de la misión.
María Ángela Holguín, canciller colombiana, agradeció al Consejo su contribución y aseguró que su ayuda en las negociaciones de paz “ha sido muy importante para fortalecer la construcción de confianza entre las dos partes”. “El apoyo de la comunidad internacional ha permitido mantener la determinación para superar los momentos difíciles”, afirmó tras aprobarse la resolución.
El Consejo de Seguridad aprueba ese apoyo por unanimidad para reforzar el proceso de paz