La Audrey Hepburn italiana
ELSA MARTINELLI (1935-2017) Actriz italiana
Enamoró a Hollywood, que la catapultó a la fama, pero curiosamente no se dejó seducir y abandonó pronto la aventura americana. Elsa Martinelli, fallecida el pasado sábado a los 82 años, tiene una relativamente corta filmografía, pero qué filmografía. Rodó con Orson Welles, Kirk Douglas, Robert Mitchum o Charlton Heston, entre otros. Aunque su papel más emblemático es el de Hatari! (1962), la aventura de cazadores en África que protagonizó junto a John Wayne.
La historia de Martinelli es la del sueño italiano de posguerra. De origen humilde, tuvo que dejar los estudios y ponerse a trabajar cuando sus padres se trasladaron de su Toscana natal a Roma. Hizo de dependienta y camarera varios años. Su destino parecía el de cualquier otra joven de clase baja. Sin embargo, tenía una elegancia natural y un físico que destacaba respecto a la típica maggiorata italiana. Medía 1,76, con una figura muy estilizada y una elegancia natural al moverse. Un estilista, Roberto Capucci, se fijó en ella un día y le abrió el mundo de las modelos.
Su siguiente paso de gigante fue la portada de la revista Life. Allí la descubrió a Kirk Douglas, que la quiso contratar para su película Pacto de honor (1955). No tenía experiencia como actriz, pero se desenvolvió bien. Con apenas veinte años, ya tenía abiertas las puertas de Hollywood. “Era una Audrey Hepburn italiana”, rememoraba el diario La Repubblica. Efectivamente, los papeles que mejor le casaban eran los de chica de apariencia frágil, pero fuerte, algo andrógina y a la vez con un aire muy sensual.
Ese era precisamente el tipo de mujer que necesitaba Howard Hawks para la protagonista de Hatari!, una actriz que pudiera plantar cara a John Wayne y afrontar la dura vida en plena sabana africana, pero que interpretara con igual convicción escenas cómicas como la del baño de los elefantitos. La película, con una música inolvidable de Henry Mancini, se ha convertido en un clásico del cine de aventuras.
Entre uno y otro filme, Martinelli fue creándose una carrera en su Italia natal. Con una de sus primeras películas italianas, Donatella (1956), a las órdenes de Mario Monicelli, se llevó el Oso de Plata a la mejor actriz en el festival de Berlín. Hasta los más estrictos críticos tuvieron que admitir que no estaban simplemente ante una cara bonita.
Con un pie en Hollywood y el otro en Cinecittà, el principio de la década de los sesenta fue brillante para Elsa Martinelli.
Tras Hatari!, la emparejaron con otro coloso, Charlton Heston, en Aventura en Roma (1962). Orson Welles la llamó para su versión de la obra de Kafka El proceso, junto a Anthony Perkins, y formó parte del rutilante plantel de Hotel internacional (1963), que encabezaban Richard Burton y Elisabeth Taylor.
En Italia era toda una estrella. Se había casado con un conde y rivalizaba con Sophia Loren y Gina Lollobrigida en los actos sociales.
Sin embargo, poco a poco los papeles dejaron de ser adecuados o las películas no tenían el éxito esperado. Siete veces mujer (1967) de Vittorio De Sica o las coproducciones Si hoy es martes, esto es Bélgica y El oficio más viejo del mundo (1969) fueron algunos de sus últimos títulos que tuvieron eco internacional.
En 1968 sacó provecho de sus ganancias y se centró en el mundo empresarial y del diseño. No dejó el cine italiano ni la televisión, pero con apariciones muy esporádicas. En 1995 con el título de su autobigrafía dejó clara su posición respecto a su carrera:
Sono come sono (soy como soy).