Puigdemont quiere como gestor del 1-O a Junqueras
El president agrupará competencias del referéndum en una única conselleria El vicepresident y Romeva plantean asumir la compra de las urnas
Un único conseller será el responsable de la ejecución del referéndum. Esta es la idea que tiene en mente el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y que piensa poner en práctica antes del mes de agosto, según reveló él mismo ayer en una conversación informal con los periodistas en los pasillos del Parlament. La medida se hará efectiva, vía decreto, en los próximos días a través de la reorganización y concentración de funciones relativas a la consulta que actualmente están repartidas entre los departamentos de Governació y Afers i Relacions Institucionals i Exteriors i Transparència, pero sin que suponga, en principio, ningún cambio de Govern adicional al único que se producido hasta ahora a raíz de la destitución de Jordi Baiget al frente de Empresa i Coneixement.
La intención de Carles Puigdemont es que esta concentración de funciones respecto a la ejecución del 1-O recaiga en el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, de quien en la sesión de control recordó que tiene el encargo de preparar el referéndum desde que él mismo se lo encomendó en el debate de la cuestión de confianza, en septiembre del 2016. Pero una cosa es coordinar, que es la misión que hasta ahora se le había asignado al líder de ERC, y otra ejecutar, que es la que el presidente de la Generalitat quiere que asuma a partir de ahora. Una posibilidad de la que los dos hablaron tras la reunión del Govern del martes, pero que venía tratándose desde unos días antes. Y fuentes del Ejecutivo catalán aseguran que cuando se ha hablado de ello ha sido “sin conflicto y lejos de las disputas que se han querido dar a entender”. En todo caso, tampoco es descartable que sea otro conseller quien asuma la responsabilidad, y entre los nombres que han sonado en este supuesto está el de Carles Mundó, titular de Justícia.
La voluntad de Carles Puigdemont de concentrar todas las competencias del 1-O en Oriol Junqueras tendría su origen en el malestar del PDECat por el hecho de que, a su entender, el vicepresidente del Govern, a pesar de tener el encargo de preparar el referéndum, no lo estaba cumpliendo, y, en cambio, eran los consellers del propio PDECat –la titular de Governació, Meritxell Borràs, por ejemplo– los únicos que estaban recibiendo las consecuencias judiciales. Frente a ello, desde ERC se ha defendido que quien tuviera que hacerse cargo de la preparación y organización del 1-O necesitaba contar con las potestades que así lo acreditaran y que hasta ahora no se habían materializado orgánicamente. La decisión del presidente de la Generalitat de dejar la ejecución de la consulta en manos de un solo conseller vendría a resolver este déficit, y por eso fuentes de ERC avalaron la estrategia, aunque precisaron que, a pesar de la concentración de competencias en una única persona, debería quedar claro que la responsabilidad del referéndum es colectiva de todos los miembros del Govern. Además, fuentes de los republicanos aducen que si se ha llegado a este punto “es porque ha habido alguien del PDECat que teme asumir su cometido” en la consulta. Y aseguran que previamente el vicepresidente llegó a pedir a Puigdemont que hablara con los consellers del PDECat uno a uno para que afronten sin titubeos sus responsabilidades.
Una de las opciones estudiadas por la misma ERC para visualizar el compromiso colectivo sería que el Govern asumiera de forma inmediata y colegiada la compra de urnas una vez fracasado el proceso de homologación de empresas para suministrarlas. Y la intención es que en la reunión del Consell Executiu del próximo martes se produzcan algunos movimientos en esta dirección, aunque con matices. Oriol Junqueras y Raül Romeva tienen previsto, en concreto, pedir que el Govern les autorice a asumir la competencia de la compra de urnas, que tiene el departamento de Governació, para liderar el proceso, aunque en la práctica el objetivo es que la operación de compra se produzca de forma colegiada. De hecho, y según fuentes del propio Consell Executiu, el trámite resultaría del todo innecesario, toda vez que, Governació aparte, el Govern como tal tiene a su cargo el órgano de contratación con el que puede proceder al encargo cuando lo desee. Y, además, es previsible que en ese momento –el próximo martes– Carles Puigdemont ya haya firmado el decreto por el que concentra en un único conseller la ejecución del 1-O y, en consecuencia, la redefinición de las competencias esté perfectamente clarificada.
El anuncio del presidente de la Generalitat a los periodistas de cuáles eran sus intenciones en este terreno se produjo después de que hubiera comparecido en el pleno del Parlament para informar del relevo de Jordi Baiget y al que, sin embargo, no adelantó ninguno de tales planteamientos. En realidad, se limitó a justificar la destitución del titular de Empresa i Coneixement, después de unas declaraciones en las que ponía en duda la celebración del referéndum, en la necesidad de “reforzar la confianza” en un “contexto de asedio por tierra, mar y aire por parte del Gobierno del Estado”, porque “difícilmente podríamos pedir a la ciudadanía que confiase en su Govern si el Govern no se la aplicase con la exigencia que pide el momento, y el momento pide, dada su trascendencia, la máxima autoexigencia”. Y lo único que hizo Carles Puigdemont fue dejar la puerta abierta a más cambios de Govern en el futuro, pero no ahora, porque “ahora mismo no es necesario”. Una prevención, en todo caso, en absoluto baladí, en un momento en el que ha trascendido que las dudas sobre el 1-O afectan a otros consellers y altos cargos del PDECat –que han comunicado sus inquietudes en este sentido al presidente de la Generalitat– y no sólo a Jordi Baiget.
Para la oposición, la destitución del titular de Empresa i Coneixement es un síntoma evidente de crisis. Así, la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, reprochó a Puigdemont “destituir a sus consellers por motivos extraños (...), por ser sincero y decir la verdad”. Miquel Iceta, primer secretario del PSC, pidió al president que sea él mismo quien asu-
El president no explica sus planes a la oposición en la comparecencia por el relevo de Baiget ERC cree que si se ha llegado a esta situación es por las dudas de miembros del PDECat El jefe del Govern deja la puerta abierta a más cambios de consellers, pero no ahora
ma la responsabilidad, puesto que a su parecer, pese a encargar hace un año la coordinación a Junqueras y Romeva, “parece que sólo lo ha intentado” Meritxell Borràs. En la misma línea, el jefe de filas de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, afirmó que la destitución de Baiget “revela algo más que una remodelación” y recomendó sarcásticamente a Puigdemont “externalizar” el referéndum. Por su parte, el presidente del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, aseveró que a los consellers “les empiezan a temblar las piernas”.
La CUP no entró a degüello sobre los cambios en el Govern, pero Benet Salellas dejó claro que su formación sólo apoyará a un Govern “con determinación y convicción política hacia el referéndum”.