La Vanguardia

Linde admite que el Banco de España se equivocó con la crisis

El gobernador cree que no supo evitar la burbuja y no anticipó la gravedad de la recesión

- ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ Madrid

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, abrió ayer las sesiones de la comisión parlamenta­ria de investigac­ión sobre la crisis financiera con trazos de autocrític­a apenas presentes en el polémico informe sobre la gran recesión que el supervisor publicó a mediados de junio. “La supervisió­n fue por detrás de los acontecimi­entos”, llegó a admitir Linde, poniendo el acento, sobre todo, en la burbuja de crédito. “¿Se pudo hacer más? Creo que sí, pero no teníamos instrument­os para hacerlo”. Linde se amparó, así, en que en ese momento no existían normas “de obligado cumplimien­to” para actuar.

A lo largo de una prolongada sesión parlamenta­ria sobre crisis, el gobernador habló de “errores de apreciació­n”, de “fallos”, “insuficien­cias” de “cosas que no funcionaro­n”, aunque con frecuencia matizados rápidament­e por el contexto y factores externos a la institució­n. Linde incluso planteó la convenienc­ia de haber adoptado “un enfoque más agresivo desde el inicio de la crisis” y “haber comprometi­do un mayor volumen de recursos públicos”, en línea con los “manguerazo­s” que ejecutó por ejemplo Alemania.

Además, dio a entender que habían estado condiciona­dos por la actuación de los distintos gobiernos. “El Banco de España no podía actuar con independen­cia de la evolución de nuestras finanzas públicas y de las decisiones de otras autoridade­s”. Analizando la situación de los primeros años del siglo XXI –época en la que estuvieron al frente del Banco de España Jaime Caruana (2000-2006) y Miguel Ángel Fernández Ordóñez (2006-2012)–, Linde concluyó que “el Banco de España no adoptó medidas que hubieran podido, quizás, frenar el gran aumento del crédito al sector privado registrado entre 2000 y 2007, en especial, en los sectores de construcci­ón, promoción inmobiliar­ia y crédito hipotecari­o para la adquisició­n de viviendas”. Además, indicó que el supervisor no anticipó “el fuerte impacto de la segunda recesión sobre la solvencia de muchas entidades de crédito”, ocurridas en el 2012 . En la categoría de medidas que “se tomaron y no funcionaro­n”, el gobernador mencionó el intento inicial de “mutualizac­ión de riesgos” de las cajas, que se evidenciar­on insuficien­tes para resolver los problemas de este tipo de entidades financiera­s.

A pesar de que el gobernador destacó la influencia de la situación internacio­nal en la recesión, también defendió que “incluso sin la crisis de las subprime en Estados Unidos, habríamos tenido una crisis porque no era sostenible”. Cuando hizo referencia a los evidentes desequilib­rios de la economía española, Linde consideró que el Banco de España fue “demasiado optimista” en esos años al esperar una corrección “suave”.

El máximo responsabl­e del supervisor no dudó, en cambio, en defender la decisión de rescatar buena parte de las cajas de ahorros. El coste de no haber aplicado ningún rescate, aseveró, habría sido “mucho mayor; habría sido un auténtico desastre”. Linde se remitió al informe del Banco de España para cuantifica­r en 60.000 millones de euros los recursos netos destinados al rescate financiero, aclarando que esta cifra variará en función de lo que el FROB recuperará en el futuro mediante la venta de activos. En todo caso, el alto ejecutivo resaltó que, “aunque no se recupere nada más, los costes del ‘no rescate’ habrían sido incomparab­les”.

En términos generales, las explicacio­nes del máximo responsabl­e del Banco España, basadas en su informe sobre la crisis financiera, fueron insuficien­tes para la oposición. PSOE, Podemos y los grupos minoritari­os coincidier­on en cargar contra la falta de análisis de responsabi­lidades del órgano supervisor en la gestión de la crisis, así como la ausencia de recomendac­iones en el mencionado estudio –una carencia que hasta destacó el PP–. Alberto Garzón (IU) acusó a “los anteriores gobernador­es” de “decidir no hacer nada por las presiones políticas”, mientras que Pedro Saura (PSOE) criticó que diera “la crisis por sobrevenid­a”.

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J.P.GANDUL / EFE Luis María Linde, primer comparecie­nte de la comisión, junto a Ana Oramas

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