La cultura invade las noches de verano andorranas
RUTAS NOCTURNAS EN MINAS DE HIERRO, CONCIERTOS DE RAP, VISITAS TEATRALIZADAS PARA RECORDAR ANTIGUAS LEYENDAS Y MÚSICA EN DIRECTO EN MEDIO DE VEHÍCULOS CLÁSICOS; LAS NOCHES DE VERANO DE ANDORRA LLENAN EL PAÍS DE BUENAS PROPUESTAS
Visitar una mina de hierro por la noche, armados con frontales, y terminar descubriendo una exposición de esculturas al aire libre. ¿O quizá disfrutar de un concierto de música clásica rodeados de automóviles históricos, o adentrarnos en el mundo del arte pop con un recorrido nocturno? Todo eso y mucho más son las propuestas que Andorra ofrece para las noches de julio, agosto y septiembre dentro del programa Noches de Verano en los Museos. ¿Más ideas? Bailar a ritmo de rap en una antigua fragua o realizar una inmersión en leyendas locales a través de una teatralización, o combinar didáctica y diversión y finalizar un itinerario histórico con un espectáculo erótico-musical.
Como cada año, llega una nueva edición de este programa de ocio que incluye una cuarentena de propuestas culturales que se iniciaron a finales de junio y se alargarán hasta el 26 de septiembre.
Y por si alguien cae en el error de creer que Andorra es solo un destino de deportes, naturaleza y shopping que no apuesta por propuestas culturales que puedan merecer una visita, este programa cultural veraniego se encarga de desmentirlo, ya que a
El público asistente a las Noches de Verano crece año tras año, con un aumento de visitantes del 30%, el año pasado, en algunas propuestas
la oferta diurna de actividades, bastante conocida por los visitantes, el Principado le suma propuestas –mayoritariamente gratuitas– dirigidas a públicos muy heterogéneos en las que seguro que todo el mundo encuentra lo que busca. Además, resulta una excusa inmejorable para conocer algunos de los puntos históricos más destacados del país, y espacios que difícilmente podemos encontrar en otros destinos, como, por ejemplo, minas históricas, antiguas fraguas, joyas del románico y varios museos muy particulares, como el de la moto, el de la electricidad y el del automóvil.
BAJO UNA LLUVIA DE ESTRELLAS
En esta edición se incluyen, por ejemplo, visitas nocturnas en Santa Coloma y se repiten algunas de las que más público congregaron en ediciones anteriores, como la visita nocturna a la Ruta del Hierro coincidiendo con la lluvia de estrellas de San Lorenzo. También repite –y ya es su cuarta edición– la Noche de Rap en la Farga Rossell.
Fue en los años noventa cuando Andorra empezó a celebrar las Noches de Verano, que han ido ganando cada vez más relevo y ampliando sus actividades y público. La jefa de área de Museos, Marta Planas, presentó las actividades, en las que participan los comunes de Canillo, Encamp, Ordino, Andorra la Vella, Escaldes-Engordany, FEDA y el Museo de la Electricidad, el Museo del Tabaco y el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes. Participan
también la Fundación Ibo-Àfrica y la Fundación ONCA, junto con la de Crèdit Andorrà, que ofrecerán conciertos en diferentes ubicaciones, como la iglesia de Sant Martí de la Cortinada.
INCREMENTO DE PÚBLICO
El incremento de público año tras año se nota, sobre todo, en algunas actividades muy vinculadas al patrimonio industrial del país. Fedacultura, por ejemplo, cerró el año pasado su programación de visitas nocturnas al MW Museo de la Electricidad y al Camino Hidroeléctrico de Engolasters con el cartel de completo para sus actividades. Y es que el objetivo de promover y divulgar el patrimonio histórico y natural de Andorra encuentra, en estas iniciativas, una Las actividades –la mayoría gratuitasdeben reservarse por internet o por teléfono, y hay que darse prisa
ocasión para atraer a un tipo de público que normalmente quizás no se acercaría, como explica el doctor Joan Santacana, uno de los máximos impulsores de la museografía didáctica en España, museólogo responsable de numerosos proyectos de intervención en museos y yacimientos arqueológicos, y autor de Museografía didáctica y museología crítica, entre otros. El ambiente nocturno, según este museólogo, aporta un toque lúdico y de aventura a las visitas, permitiendo divulgar conocimientos de forma amena. La iniciativa es especialmente interesante cuando aprovecha espacios culturales o históricos que solo podemos ver en aquel territorio. En el caso de Andorra, por ejemplo, tiene pleno sentido que se organicen las noches en espacios como el Museo del Tabaco o el del Automóvil, vinculados a la historia del Principado. El Museo del Tabaco de Andorra está ubicado en la antigua Fábrica de Tabacos Reig, en Sant Julià de Lòria, y recupera y difunde la historia del tabaco en Andorra a lo largo del siglo xx. Otro espacio que acoge parte del programa y que nos permite viajar al pasado del Principado es la Farga Rossell. Situado en La Massana, este centro de interpretación del trabajo del hierro, su producción, transformación y comercialización ocupa la antigua Farga Rossell, abierta hasta 1876. Se puede complementar con el itinerario
cultural europeo Hombres de Hierro, que quiere dar a conocer las minas, las carboneras y el hábitat minero y siderúrgico, una de las actividades económicas más importantes en Andorra desde principios del siglo xvii hasta finales del siglo xix.
El Museo de la Electricidad, por su parte, ofrece la posibilidad de realizar el Camino Hidroeléctrico de Engolasters, un viaje a través de la producción de electricidad, visitando las entrañas de la presa del lago de Engolasters y caminando por encima de los canales que captan el agua de los ríos.
NEUROMARKETING
Otro acierto del programa y, con toda seguridad, una de las claves del incremento constante de público es haber apostado, en muchas de las propuestas, por vincular las visitas y las rutas a las emociones.
Estudios de neuromarketing sobre las emociones de los visitantes a museos han demostrado que el diseño de experiencias emocionales supone una forma vital de aprender. De este modo, a través de la integración de las emociones de los visitantes con los objetivos del aprendizaje, los museos pueden conseguir crear una experiencia que no solo les haga disfrutar más de la experiencia, sino que deseen repetir y recomendarlo.
Así, en el descubrimiento de los núcleos de El Tremat y La Mosquera, y el Museo Casa Cristo, se apuesta por hacer que el público siga la visita equipado con velas, que le dan al ambiente una atmósfera misteriosa, mientras que para las rutas por las Minas de Llort se les anima a ir con frontales para vivir la historia en primera persona. Cuando se trata de las visitas al centro histórico de Andorra la Vella, en vez de optar por explicaciones más clásicas se han organizado visitas teatralizadas.
Las actividades –la mayoría gratuitas– deben reservarse por internet o por teléfono, y hay que darse prisa: muchas cuelgan rápidamente el cartel de completo.