Pantomima en el Rif
Los rifeños rechazan una campaña turística de Marruecos impulsada por varios artistas
Una iniciativa polémica y controvertida. Los ciudadanos del Rif, especialmente en la ciudad de Alhucemas, critican con dureza la visita que una veintena de artistas y periodistas marroquíes, invitados por el Ministerio de Turismo como parte de una campaña en favor del turismo en una zona que lleva meses incendiada políticamente.
La comitiva, en la que se integran conocidos humoristas, es un intento desesperado de ayudar en la salvación de la época estival de la zona, herida de muerte por los acontecimientos. “Estamos en Alhucemas para promoverla como destino turístico y acudir al encuentro de la gente, que nos ha acogido calurosamente”, asegura el músico y compositor Nabil El Khaldi.
La mayor parte de los rifeños, encuadrados en el movimiento Hirak, no se creen las supuestas buenas intenciones de la comitiva. Lamentan especialmente que ninguno de ellos haya movido un dedo ni abierto la boca para condenar la detención de la joven cantante rifeña Silya Ziani, detenida en una prisión de Casablanca desde el pasado 5 de junio.
Silya Ziani se ha convertido en uno de los símbolos de una rebelión que, básicamente, exige más servicios sociales, sanidad y educación. El movimiento Hirak aglutina las protestas. “Todo el mundo milita (en Hirak) porque sabe que las reivindicaciones que exigimos son justas”, ha señalado la cantante ante los jueces.
La llegada de la troupe de artistas ha coincidido con la apertura del juicio a Ziani, que ha reunido en torno a su persona una amplia ola de solidaridad nacional e internacional. “De casi todos, excepto precisamente de los artistas marroquíes”, señala el activista Nawal Benaissa. Para otros rifeños, se trata de una provocación porque “si fueran verdaderos artistas, se habrían negado a este viaje en las circunstancias actuales”. Algunos aseguran, sin aportar pruebas, que “están pagados por el dinero del régimen”.
Uno de los invitados, el actor Mohamed Choubi, se unió finalmente a las críticas al asegurar que habían sido instrumentalizados por el gobierno “para hacer olvidar los errores cometidos en la gestión de la revuelta. ¿Qué es lo que hemos ganado los artistas con ello? Caer más bajo”. “Yo he respondido favorablemente a la invitación para contribuir a la promoción de la ciudad de Alhucemas que tiene un potencial turístico enorme, pero que no se ha beneficiado de una promoción a la altura de sus encantos”, responde el joven artista Tariq Farih. “No me creo su buena voluntad”, insiste Benaissa. “No puedo creer a personas que no han hecho nada por Silya a pesar de que saben que ha sufrido malos tratos en prisión desde su detención. Ella misma ha revelado que la insultaban llamándola hija de españoles y que la han humillado. A pesar de saberlo, ninguno de estos artistas ha levantado su voz”, añade.
Hay unos 300 rifeños detenidos y 25 ya han sido condenados a 18 meses de prisión por manifestarse sin permiso y usar la violencia contra la policía.
“La gente piensa que esto es Siria”, se lamenta Jalid Bachriu, presidente del Centro Provincial de Turismo de Alhucemas, propietario de un hotel en el que están ocupadas 10 de sus 90 habitaciones, que pide en declaraciones al medio digital Tel Quel “que los jóvenes dejen de manifestarse, que las autoridades levanten el dispositivo policial y el gobierno ponga en práctica sus promesas de ayuda”.
El pasado día 13 la tasa de ocupación de las casi mil camas de que dispone la ciudad en 32 establecimientos hoteleros únicamente llegaba al 15%. Nada que ver con el 70% de los años anteriores, especialmente del 2016, que llegó al 80%.
Juicio a la cantante rifeña Silya Ziani, símbolo de la rebelión, encarcelada desde el 5 de junio