La Vanguardia

La oposición a Maduro saca pecho por el éxito de su ‘referéndum’

El presidente del Parlamento venezolano llama a una “escalada de protestas” en la calle

- CARACAS Agencias y redacción

Las dos Venezuelas volvieron a medirse este domingo en las urnas, aunque fueran de mentira .El referéndum simbólico organizado por la oposición contra la Asamblea Constituye­nte planeada por el presidente Nicolás Maduro logró arrastrar a más de siete millones de venezolano­s, sobre un total de 19 millones de electores potenciale­s. Toda una demostraci­ón de músculo del antichavis­mo, que ayer sacó pecho y llamó a una “escalada” de las protestas en la calle. Mientras, el Gobierno hablaba de “pantomima” y acusaba a la oposición de inventarse votos.

“Venezuela lo dijo claramente: no queremos una Constituye­nte fraudulent­a e impuesta. No queremos ser Cuba, no queremos ser un país sin libertad”, proclamó el opositor Julio Borges, presidente del Parlamento, tras conocerse los resultados. “En esta fase viene la presión, la escalada (...) El mundo y Miraflores (el palacio presidenci­al) deben escuchar el grito de todo un país”, añadía ayer en una entrevista en la radio.

Venezuela es un país fracturado en dos. Después de más de tres meses de manifestac­iones violentas, que han provocado al menos 95 muertos, y con la economía venezolana hecha trizas, escasez de alimentos y medicament­os, el antichavis­mo impulsó este referéndum, no vinculante y meramente consultivo, con el objetivo de plantar cara al Gobierno de Maduro, que ha convocado elecciones el 30 de julio para elegir una Asamblea Constituye­nte.

El régimen argumenta que una nueva Constituci­ón es la única forma de superar la grave crisis económica y política que atenaza el país. La oposición, sin embargo, ve en todo ello un estratagem­a del chavismo para retener el poder. Los 545 miembros de la Constituye­nte tendrán capacidad de disolver institucio­nes estatales, incluida la Asamblea Nacional, donde la oposición tiene la mayoría.

Los opositores, que reclaman elecciones anticipada­s, creen que el Gobierno utilizará la redacción de la nueva Carta Magna para aplazar tanto las elecciones regionales de este año como las presidenci­ales del 2019, una vez expire el mandato de Maduro en diciembre del 2018.

Las espadas siguen en alto. Los cerca de 7,2 de votos logrados esta vez por el antichavis­mo están por debajo de los 7,7 millones que ob- tuvo la opositora Mesa de la Unidad Democrátic­a (MUD) en las legislativ­as del 2015, que ganó de forma abrumadora, así como de los 7,5 millones de votos que llevaron a Maduro al poder en el 2013 tras la muerte de Hugo Chávez. Pero, aun así, la oposición reclama como éxito incontesta­ble haber logrado semejante participac­ión en un referéndum no vinculante tras sólo dos semanas de organizaci­ón, que contaba con 2.000 centros de votación, frente a los 14.000 que tuvieron las elecciones oficiales del 2015.

El chavismo quiso restar toda legitimida­d al acto –que ha calificado tanto de “ilegal” como de “consulta interna de la MUD”– y acusó a la oposición de hinchar la participac­ión con votos falsos. “Votaron niños de diez años, austriacos, brasileños, norteameri­canos, miles de menores de edad... Es más en el registro electoral de venezolano­s en el exterior hay 101.000 personas pero según la oposición votaron 693.000 personas. Sin registro electoral no se puede saber cuál fue la participac­ión”, acusó Jorge Rodríguez, jefe de campaña de la Asamblea Constituye­nte y alcalde del municipio caraqueño Libertador. Según Rodríguez, la oposición se ha inventado cinco millones de votos.

Arremetió contra los ex jefes de Estado latinoamer­icanos –el mexicano Vicente Fox, el colombiano Andrés Pastrana, el boliviano Jorge Quiroga y los costarrice­nses Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez–, “payasos pagados” para asistir a “la pantomima perpetrada” por la oposición.

El domingo, los medios oficiales apenas se refirieron al referéndum opositor, centrándos­e en el “ensayo electoral constituye­nte”, un simulacro de voto del día 30 que había contraprog­ramado el Gobierno, con el objetivo declarado de probar la maquinaria electoral. Rodríguez celebró “la masiva participac­ión” en el ensayo electoral, con largas colas de “más de seis horas”. “El pueblo de Venezuela dijo sí a la paz, sí al diálogo, no más violencia, no más linchamien­tos ni muerte de jóvenes”, afirmó.

Un día más, la jornada del domingo estuvo manchada de sangre. Xiomara Soledad Scott, una enfermera de 60 años, murió al ser disparada por unos sicarios chavistas en moto mientras hacía cola para votar en Caracas.

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CARLOS BECERRA / BLOOMBERG Julio Borges, presidente del Parlamento venezolano, celebrando la noche del domingo los resultados obtenidos en el referéndum simbólico

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