Periodismo combativo
Un tret al cap
Autor y director: Pau Miró Lugar y fecha: Sala Beckett (hasta el 30/VII)
En la presentación que Pau Miró ha hecho de Un tret al cap, su última obra, plantea un montón de interrogantes sobre cuáles pueden ser hoy día los efectos de la información en los ciudadanos que la consumen y cuáles las limitaciones que asedian a los periodistas al elaborarla. Son cuestiones tan principales que sería una ingenuidad pensar que pueden encontrar una respuesta plenamente satisfactoria en una función teatral de hora y media. Por eso la obra que se representa todo este mes en la sala Beckett es interesante porque consigue apuntar una serie de problemas fundamentales sin la pretensión de resolverlos.
Lo que se ha calificado de “thriller” periodístico es un diálogo a tres bandas entre unas mujeres de edades muy distintas y que se encuentran en una encrucijada decisivo de su vida. La mayor (Imma Colomer) ha llamado a la puerta de su hermana con la excusa que le han aumentado el alquiler del piso donde vivía, en una cantidad que no puede asumir. En realidad, sin embargo, la mujer tiene una enfermedad en estado terminal y lo que no quiere es pasar los últimos días de su vida en solitario. La hermana periodista (Emma Vilarasau) es, ahora mismo, una persona extremadamente irritable porque la acaban de despedir del diario sin ninguna razón justa ni convincente. Y la chica joven (Mar Ulldemolins) está, también, condenada al paro después de quejarse, indignada, por las muchas chapuzas que comete la empresa alimentaria donde trabajaba con los productos de venta al público. Ahora que la han despedido, piensa que la periodista podría denunciar públicamente el caso.
Miró ha inventado unas cuantas inexactitudes en la explicación de la chica, errores o mentiras que la experiencia de la periodista no tardará en descubrir. Y a partir de este momento la obra es una conversación entre los personajes de Vilarasau y Ulldemolins, remachada por la agresividad de la primera y por la sumisión de la chica que acaba confesando la secreta ambición de ocupar el puesto de trabajo que ha dejado vacante la periodista.
La dirección por parte del mismo autor hace lucir el trabajo de las actrices, el de una Vilarasau de una dureza que no recordábamos de ningún papel anterior, la de Colomer de una expresividad formidable y convincente y elaborada con mucho matiz la de Ulldemolins.