Primero los de casa
Con un discurso prudente, Valverde ampara a todos los jugadores de la plantilla y se opone a valorar posibles fichajes
Si Ernesto Valverde hubiera lanzado tantos balones fuera en su etapa de jugador como hace ahora desde el banquillo, su carrera como delantero habría fracasado. No regala titulares el entrenador extremeño, cauto medidor de las palabras, pero tampoco transmite el desdén por los medios informativos que caracterizó a su antecesor. Ayer protagonizó su primera comparecencia pública desde que comenzó el trabajo en la ciudad deportiva y resumió en una frase su discreción profesional y su nula intención de polemizar: “Los mejores jugadores son los que tenemos”. Trata de imponer la máxima normalidad en todo lo que hace dentro y fuera de la caseta.
Valverde es plenamente consciente de las dificultades que representa administrar un legado fabuloso. “Tengo una gran responsabilidad por lo que han hecho los entrenadores antes que yo, no hay ninguna duda. Pero es algo que desde el momento que firmas lo asumes. Es un reto difícil y apasionante”. Como contrapartida ha desaparecido un problema de su vida profesional. Siente “sensación de alivio” al ver que Messi está entrenando con su equipo. “Cuando están en el banquillo vi- sitante estás pensando qué es lo que tienes que hacer para parar esta oleada de juego que te viene encima y te faltan jugadores para taparle”. No imagina experimentos sobre la función del astro argentino: “Independientemente de donde coja el juego, va a terminar en una zona de influencia definitiva. La idea es que esté en zonas cómodas, que nos pueda aclarar el juego y que pueda participar en la construcción y esté cerca de la finalización porque es donde marca la diferencia”.
Messi requiere un trato específico y, por extensión, también el tridente. Asegura Valverde que intenta adaptarse a la forma de entrenarse de los delanteros, pero luego vendrá la ardua gestión de sus minutos de competición. “Iremos viendo cuándo pueden participar más o menos, sabiendo lógicamente la importancia que tienen estos jugadores en nuestro equipo y la capacidad de intimidación que tienen en los equipos rivales”, contemporiza Valverde. El técnico no tiene inconveniente en reconocerse inexperto en el trato con la realeza futbolística: “Estoy debutando en esto, tengo que conocerlos bien, manejarme con ellos. En eso estamos”.
En la mayor parte de las cuestiones intentó aparecer explícito, pero a la hora de abordar el tema de los refuerzos la omertá del técnico extremeño resultó conmovedora. “No creo que este sea el marco más adecuado para hablar de jugadores que no están con nosotros”, afirmó de salida al ser cuestionado por el interés por Marco Verratti. Y pasó a la tarea de ganarse la simpatía del vestuario: “No me fijo tanto en los jugadores que están fuera como en los que están dentro”. “Lo más importante es valorar los que tenemos aquí,
PUNTO DE PARTIDA
que la verdad es que son muy buenos”. “Para mí los mejores fichajes son lo que están en mi equipo. Eso es lo que valoro y es lo que quiero que la gente valore. Los buenos están aquí, esos son los buenos”. “Al principio salen siempre muchos nombres pero para mí lo importante es conocer bien cómo se mueven los jugadores y cómo sacar el máximo rendimiento a los que tengo ahora”.
La defensa que hace Valverde de sus recursos humanos es encomiable, pero hay 9 centrocampistas en la plantilla, el club trabaja en una nueva incorporación para esta línea y es obvio que se impone un adelgazamiento, aunque el técnico soslayara el problema. Más explícitas fueron sus opiniones sobre Iniesta –“un jugador con un nivel que es difícil encontrar otro igual”– y el rol de Deulofeu: “Tenemos siempre esperanzas de que todos los jugadores nos puedan ayudar a lo largo de la temporada, no sabemos en qué medida”.
Arranca la era Valverde con un relato prudente pero que irá impregnando el día a día del equipo. “Es algo inevitable”, valora el técnico: “Cada entrenador tiene su forma de hacer las cosas, su propia idea, y en cierta medida eso se va transmitiendo. Siempre esperas que lo que aporte sea para bien, que los resultados acompañen”.
El técnico se declara muy satisfecho con el estado físico y anímico del grupo después de las vacaciones Garantiza la permanencia de los rasgos identificativos del juego del Barcelona
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