España, al margen de las mejoras en los indicadores sociales en la UE
La Comisión Europea alerta sobre las malas perspectivas de los jóvenes
La vigorosa recuperación que describen los informes oficiales sobre la economía española no es la realidad diaria de muchos ciudadanos. Para millones de españoles, la herencia de la crisis se resume en más paro, más precariedad y más desigualdad, según el estudio anual sobre la evolución del empleo y la situación social en Europa publicado ayer por la Comisión Europea.
La receta de Bruselas para que España deje de estar a la cola de bienestar social es “más reformas”. “Sabemos que en algunos países la necesidad de hacer reformas económicas era mayor que en otros, y ese es el caso de España”, declaró la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen, en la presentación del informe. El ritmo de las mejoras en términos de empleo y crecimiento “es más alto que en otros países” y “la recuperación coge fuerza”, pero “no podemos ser complacientes”. El Gobierno español “debería seguir aprobando reformas y aplicar las aprobadas”, aconsejó Thyssen.
El informe describe hasta qué punto España se ha descolgado de la recuperación europea en térmi- nos sociales. La tasa europea de empleo no sólo ha vuelto a los niveles de precrisis a nivel europeo, sino que se encuentran en su nivel histórico más alto, un 71,1%, debido a que los trabajadores se jubilan cada vez más tarde y a la incorporación de la mujer al mercado laboral. En España, en cambio, este indicador sigue por debajo de los niveles precrisis (69% en el 2006, 63,9% en el 2015).
La tasa de paro por países revela aún mejor las grandes diferencias que se esconden tras la recuperación económica europea. Frente a una media europea del 8,5% en el 2016, España registra un desempleo del 19,6%, el porcentaje más alto de la UE después de Grecia, a una distancia abismal de Alemania (4,1%) u Holanda (6%) y muy por encima del que registran otras economías del sur, como Francia (10,1%) o Italia (11,7). Mientras un 4% de la población activa europea se encontraba en paro de larga duración en el 2016 (medio punto menos que en el 2015), las cicatrices de la crisis son aún muy visibles en España y Grecia, donde el porcentaje de trabajadores afectados se eleva
al 9,5% y 17% respectivamente.
España también se ha quedado al margen de la ligera mejora en los datos de paro juvenil. El 44,4% de los jóvenes españoles no tiene trabajo, frente a la media comunitaria del 18,7%. Los contratos temporales son un fenómeno más común en Europa a raíz de la crisis, en especial entre los trabajadores jóvenes (16%, frente a un 8%para el conjunto de la población). El fenómeno del subempleo va no obstante en retroceso pero no en España, Grecia y Chipre, donde “el trabajo a tiempo parcial se ha utilizado con frecuencia para minimizar los despidos”. Alrededor del 60% de los españoles contratados a media jornada lo está de forma involuntaria, porque querría trabajar más horas, el doble que la media.
El índice GINI, que mide las diferencias de ingresos dentro de los países, era del 34,5 en España el año pasado, apenas un décima menos que en el 2015 y varios puntos por encima de los niveles precrisis (2006, 31,9). En España, los porcentajes de personas en riesgo de exclusión social (27,2%), pobreza material severa (5,8%) y con una baja intensidad laboral (14,3%) están todos por encima de la media comunitaria y van en aumento.
El informe de la Comisión pone el acento este año en la situación de los jóvenes, que soportan “una doble carga” por la crisis, el envejecimiento de la población, los cambios tecnológicos y su impacto en la oferta laboral. Hoy tienen menos posibilidades de encontrar trabajo que sus padres y menos estabilidad laboral, lo que está llevando a cambios en sus decisiones vitales (recurren más al alquiler que a la compra de vivienda, tienen hijos más tarde) y les llevará, en el futuro, a tener además pensiones más bajas que sus progenitores. “Los jóvenes van a vivir peor que sus padres si estas tendencias se consolidan a no ser que hagamos algo rápido”, alertó la comisaria Thyssen.
DIFERENCIAS ABISMALES La UE registra una tasa récord de empleo, mientras España no ha vuelto al nivel precrisis
DESIGUALDAD La población en riesgo de exclusión social y pobreza material va en aumento en España