Bruselas da una semana a Polonia para que retire la reforma judicial
La relación entre Bruselas y Varsovia está rota. El Gobierno ultraconservador polaco ha hecho caso omiso a las advertencias que una y otra vez le ha lanzado la Comisión Europea por el deterioro del Estado de derecho en Polonia. Ante esta falta de diálogo, el Ejecutivo comunitario amenazó ayer con activar el artículo 7 del tratado de Lisboa, si no se frena, antes de una semana, la reforma judicial que está en marcha y que, de completarse, colocará a la judicatura bajo control del poder político. De llevarse a cabo, Polonia perdería su derecho a voto en la UE.
El partido Ley y Justicia, actualmente en el Gobierno, quiere aprovechar su amplia mayoría parlamentaria para controlar el poder judicial. La primera ministra, Beata Sydlo, está preparando una ley para destituir a los actuales miembros del Consejo Nacional del Poder Judicial y permitir que sean los diputados quienes elijan a 15 de sus 25 nuevos integrantes.
“Teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, estamos muy cerca de activar el artículo 7”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, para ver si Varsovia, ahora sí, se lo piensa dos veces antes de actuar. El asunto volverá a estar la semana próxima sobre la mesa del colegio de comisarios y será entonces cuando se decidan los siguientes pasos. Si no hay cambios en la reforma legal, lo más probable es que Bruselas abra un nuevo expediente a Polonia por “violar” las normas básicas de la UE. Que no es lo mismo que apretar el botón nuclear.
Antes de dar ese paso, la Comisión Europea quiere recabar más información para dotarse de argumentos legales antes de actuar. Hay que tener en cuenta, además, que para activar el artículo 7 se necesita una mayoría cualificada en el Consejo de la UE y Bruselas quiere cerciorarse de que tiene el respaldo de suficientes estados miembros. De no ser así, cualquier intento de amenaza caería en saco roto.
Ahora, sin embargo, varios países, incluidos los de Visegrado, han instado a Sydlo a retomar el diálogo con Bruselas para no tener que llegar hasta las últimas consecuencias. Nadie quiere llegar hasta tal extremo. Menos aún en plenas negociaciones con el Reino Unido sobre el Brexit, donde los Veintisiete están logrando por ahora mantener la unidad deseada. Además, existe el temor de que de cumplirse la amenaza, Polonia pueda convertirse en el segundo país en salir del club.