Colau toma cartas en el conflicto del metro para zanjar la huelga
La alcaldesa desautoriza a TMB y confía la negociación al gerente municipal
Después de once lunes con huelgas parciales de metro, la alcaldesa de Barcelona ha movido ficha. Colau incorpora a las negociaciones al gerente municipal, Jordi Martí, para desencallar la situación entre los responsables de TMB y los sindicatos.
La huelga de metro sólo se puede solucionar si se mueven las fichas del tablero. Fichas entendidas como los diferentes acuerdos que pueden matizarse dentro de los 23 millones de euros de mejoras marcados por la empresa pero también en el sentido de personas que se sientan en la mesa de negociación del convenio colectivo.
Es en este aspecto en el que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha movido ficha. Tras once lunes de paros en el suburbano y continuas reclamaciones de la oposición para que diese la cara, ayer compareció para anunciar cambios en el equipo negociador. Colau habló de “refuerzos para desbloquear la situación”, totalmente enquistada. Las incorporaciones son el gerente municipal, Jordi Martí, y el coordinador de la gerencia del Àrea Metropolitana de Barcelona, Eduard Saurina. Ambos se sumarán a las conversaciones hasta ahora lideradas por el consejero delegado de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Enric Cañas, y el director de la red de metro, Marc Grau. Con este movimiento, Colau busca desbloquear la situación incorporando perfiles más políticos que aporten savia nueva a una mesa de mediación con actitudes enconadas y desavenencias manifiestas entre ambos lados de la mesa que en algunos casos se han convertido en algo personal e irreconciliable.
La alcaldesa expresó públicamente su confianza en la presidenta de TMB, Mercedes Vidal, y dejó claro que el liderazgo de las negociaciones sigue en manos de los responsables de la empresa pública aunque la incorporación de Martí y Saurina es en cierta manera una desautorización a la cúpula de TMB, que se ha demostrado incapaz de resolver el conflicto.
Desde que los sindicatos dieron un portazo a la última propuesta de la mediación de la Generalitat y se negaron a participar en un arbitraje voluntario no se ha avanzado nada. La huelga lleva semanas encallada, sin encuentros entre ambas partes mientras los pasajeros siguen sufriendo los largos tiempos de espera cada lunes. El comité de empresa había pedido esta misma semana cambios en la interlocución.
Colau ha cedido. Eso sí, la alcaldesa recordó que las propuestas que hay sobre la mesa llegan al límite presupuestario que puede alcanzar la empresa pública y pidió a los sindicatos que también pongan de su parte. Los nuevos interlocutores se ponen a disposición de la Conselleria de Treball para que convoque la mesa de mediación con los nuevos actores incorporados. A la espera de ese momento, el próximo lunes será el duodécimo con paros en el suburbano en hora punta.