Obras en las rondas
Las obras de cobertura de un pequeño tramo de la ronda de Dalt, adelantadas unos días respecto al calendario marcado inicialmente, pillaron ayer por sorpresa, en horas puntas de tráfico, a miles de conductores que utilizan la vía de circunvalación de Barcelona. Es tradición que los meses de julio y agosto se utilicen para efectuar las principales obras en las grandes ciudades aprovechando un descenso del tráfico en los accesos y salidas, que, sin embargo, en los últimos tiempos, como consecuencia de los cambios en los hábitos vacacionales de buena parte de la población, es menor que hace unas décadas, cuando se producía un éxodo masivo de visitantes y una disminución muy notable de la actividad laboral. Por ese motivo, los responsables de programar estas obras veraniegas –que en el caso de la cobertura de la ronda ni siquiera convencen a los vecinos de los barrios afectados– deberían tener muy en cuenta las molestias que estas intervenciones pueden provocar, sobre todo en lo que a la determinación de los horarios de trabajo se refiere.