Barcelona y València sellan una alianza para presionar a Fomento
Catalunya y la Comunidad Valenciana, que durante largo tiempo habían vivido de espaldas una a la otra, anteponiendo demasiadas veces los intereses políticos a los económicos y las diferencias a las cosas que las unen, han iniciado un proceso de alianza estratégica. Ayer fueron sus respectivas capitales, Barcelona y València, por mediación de Ada Colau y de Joan Ribó, las que confirmaron esta nueva etapa de relaciones institucionales con un acuerdo de colaboración que cabe interpretar como la creación de un lobby urbano para presionar al Gobierno español a moverse de sus posiciones centralistas y mirar hacia el Levante. El acuerdo se acompaña de un manifiesto en el que exigen al Ejecutivo “que priorice las infraestructuras y corrija el retraso injusto del corredor mediterráneo”.
Barcelona y València interpelan a Fomento para reclamarle infraestructuras pendientes, como la estación de la Sagrera y la de València Nord. Otra alianza que las dos ciudades quieren concretar con urgencia es la de sus dos puertos.