O.J. Simpson convence y saldrá con la condicional el 1 de octubre
Agachó la cabeza, sonrió, resopló. O.J. Simpson, el que fuera un duro jugador de fútbol americano, no pudo reprimir la emoción, en la sala de la prisión de Lovelock (Nevada), al escuchar que la junta de libertad condicional había atendido su petición.
Después de casi nueve años encerrado a causa de una condena por un frustrado robo a mano armada, Simpson recibirá la libertad el próximo 1 de octubre. “Gracias, gracias”, respondió a sus 70 años este gigante con pies de barro. Su hermana, Shirley Baker, echó a llorar y abrazó a Arnelle, la hija del reo.
Los cuatro comisionados interrogaron por vídeo conferencia desde Carson City a este personaje legendario y cuya figura polariza a la sociedad estadounidense. Sobre todo después de que en 1995 salió absuelto del doble asesinato de su esposa y su amante.
“Me arrepiento de cómo fueron las cosas, me gustaría que nunca hubiera sucedido”, declaró sobre el supuesto intento de apropiarse, junto a dos tipos armados, de reliquias y trofeos personales que le habían robado.
En lugar de abonar lo que había negociado, a los dos peristas los amenazaron a punta de pistola. Uno de ellos, Bruce Fromong, afirmó que le había perdonado. “Es un buen hombre que cometió un error y creo que ha pasado demasiado tiempo encarcelado”. Y reiteró que Simpson nunca le apuntó con un arma .
O.J. insistió que “he cumplido y lo he hecho de la mejor manera posible y con el máximo respeto”.
Ha sido un preso ejemplar que divide a los estadounidenses.