Neymar ‘roba’ el show americano
Bartomeu declara en Nueva York que el crack “no está en venta” pero el runrún sobre su futuro no se apaga
Apleno sol, pero ensombrecidos por el caso Neymar. ¿Hay caso? El Barça pisó ayer el césped de América otra vez. Hablar de Nueva York, como se publicita, es sólo un acto social y una inexactitud deportiva.
El campo de entrenamiento y el de juego –mañana, madrugada del domingo en Barcelona, contra la Juventus– se hallan cruzado el Hudson, en Nueva Jersey. Que es equivalente a afirmar que el FC Barcelona Rakuten tiene sede en Zaragoza, pasado el Ebro.
Así que los 26 jugadores blaugrana arrancan la primera sesión de preparación del día, a unos 60 kilómetros de Manhattan, a la intemperie de un asunto de marcada dualidad geográfica y, también, sentimental.
El primero en aparecer por el cuidado pasto estadounidense de Whippany, instalaciones del equipo de soccer de los New York Red Bulls, es el cancerbero Jasper Cillesssen. ¿Y el último? Neymar, claro, igual que al dejar el autobús, desconectado gracias a sus auriculares. Ni un gesto.
Al acceder a la hierba, y después de la imagen de Gerard Piqué y el entrenador Ernesto Valverde conversando al paso, Ney cierra la fila. Le han precedido la otras dos patas del tridente, los colegas Messi y Suárez. Una periodista le pregunta. –Ney, ¿cómo estás? –Bien. Esa palabra y una sonrisa bastan para eclipsar cualquier otra circunstancia. Empiezan a correr interpretaciones entre líneas.
¿Neymar, nos quieres o no nos quieres? Es lo que se plantean en el club y en el entorno mediático. En vilo. Sólo haría falta un tuit, un micro mensaje que expresara su amor y volvería la calma, comentan en un corrillo de enviados especiales a la espera de la llegada de la expedición.
El brasileño roba el show al inicio de la gira por Estados Unidos, donde la entidad catalana realiza un despliegue comercial sin precedentes a partir de la oficina, “la embajada”, que inauguró hace casi un año en Park Avenue, en el corazón de la Gran Manzana.
La cultura de los valores, del “més que un club”, ha calado en la sociedad neoyorquina, aseguran fuentes de la institución. Sin embargo, sobre el terreno de trabajo, el nubarrón del PSG francés amenaza con tormenta. Tal vez sea el típico chaparrón de verano, o esta es la esperanza de los directivos. Insisten en que no se trata de ningún tsunami devastador que rompa el buen cartel. En Whippany, poco antes de las 9.30 de la mañana, llegan el secretario técnico, Robert Fernández, pegado al teléfono móvil, y el director de deportes profesionales Albert Soler. “Es una cosa más de los medios”, sonríe Soler.
Fuentes de la entidad remarcan que, hace un par de días, en Goal.com, el crack aseguró sentirse feliz en Barcelona. Al poco de este primer entrenamiento, el citado portal cuelga la versión íntegra de la charla que, proclaman, realizaron cuando los parisinos ya había entrado en el mercadeo.
“Espero estar bien físicamente porque puedo ayudar en asistencias, goles y todo lo que se espera de un jugador que viste los colores del Barcelona”.
Y, pese a todo, el runrún resulta incesante. En RAC1 dicen que el fichaje por el PSG es factible y estaría avanzado.
En paralelo a la actividad deportiva, el presidente Josep Maria Bertomeu certifica en Nueva York la expectación que despierta la “marca Barça” entre los medios norteamericano. El mandatario concede entrevistas a Bloomberg, AP, Forbes y The New York Times, cuatro de los gigantes en Estados Unidos.
“Neymar no está en venta”, sostiene Bartomeu en AP. “Tiene contrato por cuatro años y contamos con él, es parte de nuestro equipo, del tridente”, reitera.
“Es imposible que algún club pague su cláusula sin romper el fair play financiero”, añade sobre los 220 millones de la cláusula para su marcha. Pero introduce un matiz: “Si alguien no quiere jugar limpio, entonces, desde luego, puede ser activada”.
Una vez concluida la sesión preparatoria matinal de poco más de una hora de calor asfixiante (por la tarde hay otra), Cillessen y Sergi Roberto atienden a la prensa. Los dos elogian el papel y la calidad de Neymar. “Lo veo tranquilo, está con nosotros y estoy contento de que esté aquí”, zanja el canterano. Un periodista reconoce lo incómodo que resulta cuestionarle por otro compañero. –¿Cómo cortar esto? –Que dejéis de preguntar. “O que hable Neymar”, replica un enviado especial.
Su silencio eclipsa la paz azulgrana. Al subir al bus se limita a levantar el pulgar derecho. Otro gesto para la interpretación.
UN SILENCIO ABRUMADOR Sólo un tuit acabaría con las especulaciones, pero Neymar se resiste a pronunciarse
LA EXPLICACIÓN DEL PRESIDENTE “Neymar tiene contrato por cuatro años y contamos con él, es parte de nuestro equipo, del tridente”