La Vanguardia

Una huelga de celo causa nuevas colas en el aeropuerto de El Prat

oeLa protesta laboral provoca horas de espera en los filtros de seguridad oeLa situación puede agravarse con la convocator­ia de paros indefinido­s

- DAVID GUERRERO Barcelona

Pasajeros en tierra.

La huelga de celo del personal de seguridad de El Prat dejó en tierra a los pasajeros que llegaban con el tiempo más justo; también hubo insultos y viajeros que se saltaron los controles hartos de esperar.

Las colas han regresado al aeropuerto de El Prat. Esta vez no ha sido en los controles de pasaportes, que afectaban únicamente a los pasajeros con destino fuera del espacio Schengen, sino en los filtros de seguridad, por donde han de pasar todos y cada uno de los viajeros que cogen un avión, viajen a Madrid o a Los Ángeles.

Las mayores aglomeraci­ones se produjeron ayer a primera hora de la mañana. El lunes antes de que amanezca es uno de los momentos de la semana con mayor número de operacione­s. Al ser la última semana de julio se juntaban los pasajeros que se desplazan por trabajo con los que iniciaban o finalizaba­n sus vacaciones. A las seis de la mañana no estaban abiertos todavía los diez filtros de seguridad que hay en la terminal 1 y la cola se fue haciendo grande hasta acercarse a las dos holos ras según algunos pasajeros afectados. Cuando todo el personal estaba ya en sus puestos, las cosas iban más lentas de lo habitual y las colas se perpetuaro­n. El caos no desapareci­ó hasta las once y media de la mañana.

Durante el momento más crítico, la zona de acceso a los filtros de seguridad se dividió en tres filas en lugar de una, como es habitual, pero aun así la aglomeraci­ón de gente llegaba hasta la puerta de la terminal. El pico de dos horas de espera fue puntual, numerosos pasajeros afectados hablan de alrededor de tres cuartos de hora para pasar un trámite que normalment­e no lleva más de diez minutos. Los que iban con el tiempo justo perdieron el vuelo y se quedaron en tierra. Entre las seis y las ocho de la tarde se volvió a repetir la situación, aunque en menor mesura. Pese al evidente colapso aeroportua­rio, Aena reduce el pico máximo de espera a los 43 minutos.

La causa de las largas colas fue la huelga de celo del personal de seguridad privada que trabaja en los filtros de seguridad. Es una actividad que Aena tiene subcontrat­ada al grupo Eulen. Los trabajador­es acordaron ayer cumplir estrictame­nte las condicione­s laborales acordadas, que dictan, por ejemplo, que cada filtro debe contar con una mujer para hacer los cacheos a las mujeres que pitan al pasar por arcos de seguridad. Hasta ahora, las mujeres atendían hasta cuatro filtros a la vez yendo de un lado a otro; ayer no lo hacían. Los trabajador­es tampoco pasaban más de los 20 minutos preceptivo­s frente al monitor de rayos X que escanea las maletas de mano, tal y como dicta el convenio, en lugar de las dos horas que dicen pasarse analizando los equipajes a través de la pantalla.

Fuentes del Sindicato Profesiona­l de Seguridad Privada (SPS) denuncian que “el crecimient­o de pasajeros del aeropuerto en los últimos años no ha ido acompañado de un refuerzo del personal” y reclaman la contrataci­ón de entre 50 y 60 personas más para poder prestar el servicio correcto. “El colapso vivido demuestra que no podemos asumir el nivel y la carga de trabajo que nos impone la empresa”, apunta un trabajador que prefiere no ser identifica­do por miedo a represalia­s. Según el SPS, un tercio de las bajas laborales son por estrés.

El colapso de los filtros vivido ayer se saldó con varios trabajador­es insultados y amenazados por viajeros que perdieron sus vuelos y un incumplimi­ento flagrante de las medidas de seguridad. Algunas personas, ante la larga espera para que su maleta fuera registrada tras detectar algún elemento sospechoso, se hartaron y siguieron adelante sin que nadie verificase si realmente las alarmas saltaban por un inofensivo champú o por algo realmente peligroso. Todo ello, mientras el Ministerio de Interior mantiene el nivel cuatro sobre cinco de alerta antiterror­ista.

La situación tiene todos los números de volver a repetirse hoy –con algo menos de intensidad

porque hay menos vuelos programado­s– y puede ser aún más significat­iva en los próximos días ya que un grupo de trabajador­es ha anunciado una huelga indefinida con dos paros de una hora en cada turno a partir del 4 de agosto todos los lunes, viernes y domingo. El comité de huelga y la empresa se reunirán hoy en una mesa de mediación convocada por el Departamen­t de Treball de la Generalita­t para tratar de alcanzar un acuerdo entre ambas partes.

Por su parte, el conseller de Territori, Josep Rull, pidió a Aena el “máximo de diligencia posible” para resolver el problema de la empresa concesiona­ria del servicio. “El verano será largo y habrá que estar muy encima del aeropuerto”, advirtió Rull, en referencia al problema de falta de personal registrado en los controles de pasaportes desde principios de mayo y que parece resuelto tras el refuerzo de agentes de Policía Nacional y la compra de nuevas máquinas que han agilizado los trámites.

El jueves puede ser un día crítico ya que a las probables colas en el interior del aeropuerto se sumarán los problemas en los accesos que prevén provocar los taxistas, que han convocado un paro total de 24 horas y realizarán marchas lentas alrededor de las diversas infraestru­cturas de Fomento.

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ÀLEX GARCIA Controles ralentizad­os. El cumplimien­to estricto de la normativa por parte de los trabajador­es alargó el trámite para todos los viajeros
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ÀLEX GARCIA
 ?? BERTA CAROL ?? Imagen de las colas de ayer a las 05.53 horas de la mañana de ayer en el aeropuerto de Barcelona
BERTA CAROL Imagen de las colas de ayer a las 05.53 horas de la mañana de ayer en el aeropuerto de Barcelona

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