La Guardia Civil indaga la obra pública en la época de Mas
Los contratos irregulares podrían suponer unos 500 millones de euros en licitaciones
La Guardia Civil está investigando las adjudicaciones de obra pública llevadas a cabo por Infraestructures de Catalunya (la antigua GISA) durante los años en que Artur Mas fue presidente de la Generalitat.
En total se trataría de unos 500 millones de euros en contratos firmados entre el 2011 y el 2015, según avanzó ayer El
Español, en los que habrían intermediado el exconseller de Justícia Germà Gordó, y el antiguo tesorero de CDC Andreu Viloca. Ambos están siendo investigados por las presuntas comisiones a cambio de concesiones; el primero por el Tribunal Superior de Justícia (es aforado), y el segundo, por el juzgado de El Vendrell. También tendría un papel relevante en los hechos Josep Antoni Rosell, ex director general de la firma.
Siempre según El Español, Gordó habría intercedido por 14 empresas para que resultaran beneficiadas en los concursos de Infraestructures, que es la empresa pública encargada de licitar. Al respecto, este medio aporta un acta de la firma según la cual se habrían alterado las valoraciones finales en concursos en un sentido.
En los diversos registros que se han llevado a cabo en el marco de la llamada causa del 3%, la Fiscalía Anticorrupción se incautó de abundante documentación sobre posibles irregularidades en las adjudicaciones, como expedientes, anotaciones en agendas o correos electrónicos. Además, extrabajadores de Infraestructures también hicieron llegar datos al ministerio público, quien trasladó todo a la Guardia Civil a fin de que verificara la fiabilidad y realidad de lo que allí se expresaba.
Por ahora, estas investigaciones aún no han sido judicializadas. El sistema que narran los investigadores en los atestados es la concesión de un contrato a cambio de donaciones a las fundaciones de CDC.