Independentismo posible
De la misma forma que decimos que hay que apostar por una izquierda posible frente a la izquierda especulativa y combativa con la realidad, no para mejorarla sino para apropiarse de ella, también pedimos al liberalismo que tenga una cara amable y no extrema en sus propuestas económicas. Del mismo modo, el independentismo debería diferenciar entre el que es posible y el que no lo es. El independentismo irrealizable es aquel en el que se impone el deseo, bajo un cálculo erróneo incapaz de ganar a la tozuda realidad, hasta el extremo de actuar contra sus objetivos. La independencia de Catalunya es posible en la medida de que sus líderes políticos pongan sobre la mesa la certeza de que hoy no es posible llevarla a cabo, al no darse las condiciones para que sea efectiva.
El independentismo irrealizable proclama que la independencia es de los catalanes y que sólo de ellos depende alcanzarla. Tras las elecciones, se constató que no todos los catalanes quieren la independencia, votando a otras fuerzas políticas. Entonces se nos dijo que será la mayoría social a favor del independentismo la que determinará su suerte. Sin embargo, las elecciones, con los votos, mostraron que la mayoría social no es independentista. Es el momento en que basan sus argumentos en la existencia de una mayoría parlamentaria independentista. Una mayoría parlamentaria donde la CUP persigue llegar a la independencia, simplemente declarándola. ERC sólo considera una independencia que pueda sostenerse el día después de proclamarla. Y el PDECat, arrastrado por su propia naturaleza contradictoria, que bien podría sintetizarse con este aforismo “de noche sueño con ser pájaro y de día soy cazador”, exige ser visto sólo volando hacia la independencia. El resultado de esta inestable mayoría parlamentaria queda reflejada en la última crisis del Govern, donde una parte del independentismo irrealizable se impone a aquellos que dudan de que sea posible. En definitiva, hoy parece más fácil conseguir la independencia que conseguir las urnas para votarla. A medida que vamos avanzando en esta lógica del independentismo que nos están proponiendo en la forma de una República, nos percatamos de que, no sólo no es factible el independentismo, sino que es una lógica incapaz de crear las condiciones para que se dé un independentismo posible.