En los límites del juego limpio financiero
El sistema de juego limpio financiero activado por la UEFA en el 2011 establece límites en las pérdidas de los clubs y les obliga a no tener deudas pendientes con otros clubs, con jugadores o con las autoridades tributarias. En el trienio actual (20152018) las entidades pueden gastar hasta 5 millones de euros más de lo que ingresan, aunque pueden exceder este límite en 30 millones si se produce una contribución o pago directo del propietario del club o de una parte relacionada. El Manchester City y el PSG, financiados por grupos inversores de Abu Dabi y Qatar y habituados a un alto tren de vida, vulneraron la normativa y recibieron fuertes sanciones en el año 2014. En el caso del club francés, la UEFA le obligó a reducir de 207 a 107 millones su contrato de patrocinio con la Autoridad de Turismo de Qatar, un acuerdo fantasma puesto que no implicaba contrapartidas publicitarias. Además tuvo que afrontar una multa de 60 millones de euros y someterse a restricciones en los fichajes de jugadores. Durante una temporada el PSG no pudo incorporar un futbolista tasado en más de 60 millones y tuvo que limitar a 21 el número de jugadores inscritos para la disputa de la Champions, cuando el resto de los rivales jugaban con 25. La entidad de Al-Khelaïfi no tardó en equilibrar sus cuentas y en ver levantadas las restricciones, aunque la UEFA avisó de que iba a permanecer vigilante. La ofensiva por Neymar ha vuelto a situar a la entidad parisina en los límites del juego limpio financiero.