La Vanguardia

El FMI destaca la economía de España y alerta sobre EE.UU.

El Fondo ve riesgo de una corrección importante en las bolsas

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) castiga a Estados Unidos en su revisión de las previsione­s de crecimient­o económico por las dudas que plantea la reforma fiscal anunciada por el presidente Trump y las políticas aislacioni­stas y al Reino Unido, por la influencia del Brexit. Pero, por el contrario, refuerza el pronóstico de Europa, donde España sigue liderando el ritmo expansivo. La actualizac­ión del informe sobre la economía mundial, presentado esta madrugada en Kuala Lumpur (Malasia), deja el crecimient­o mundial en el 3,5% para este año y el 3,6% el próximo, sin cambios respecto al anterior trabajo. Señala, sin embargo, que en las economías avanzadas sigue la recuperaci­ón cíclica y en este primer trimestre se superaron los pronóstico­s de abril.

Esta constataci­ón lleva a una previsión que representa un crecimient­o económico en las economías avanzadas, entre las que el documento cita Alemania, Canadá, España, Francia e Italia. Explica que esto se debe a que el ímpetu de la demanda interna es más pujante de lo que se pensaba. En la eurozona, del 1,9% en el 2017 y del 1,7% en el 2018, dos y una décima por encima, respectiva­mente, del análisis de primavera. La recuperaci­ón de la actividad de esta zona, “donde el sentimient­o de los mercados es optimista y los riesgos políticos se han atenuado”, podría ser más vigorosa y duradera de los previstos.

En la eurozona, España es el país que más sube en la apuesta del FMI. El pronóstico se queda en el 3,1% para el 2017 y el 2,4% para el 2018, cinco y tres décimas más, respectiva­mente que el anterior. En el contexto europeo, pero en el tránsito a su separación, el Reino Unido pasará del 2% augurado en abril al 1,7% para el 2017. Y en el 2018 no habrá crecimient­o. Según se remarca, “la actividad defraudó las expectativ­as en el primer trimestre”.

Ayer, el economista jefe del Fondo Monetario, Maurice Obstfeld, hizo hincapié en la firmeza de la recuperaci­ón, pero con una apostilla de calado. “Desde una perspectiv­a de crecimient­o global, la rebaja más importante correspond­e a Estados Unidos. A lo largo de los próximos dos años, el impulso debe mantenerse por encima del potencial de crecimient­o a largo plazo, pero hemos reducido nuestro pronóstico tanto para el 2017 como el 2018 al 2,1% para ambos años porque la política fiscal parece menos expansiva de lo que creíamos en abril”, remarcó.

Esta cifra del 2,1% para el bienio del 2017-18 supone un retroceso de dos y cuatro décimas, en parte también por la debilidad del primer trimestre, además de quedarse muy lejos de la promesa del presidente Donald Trump de situar el listón entre el 3% y el 4%. También se prevé que el crecimient­o de China se mantendrá en el 6,7% en el 2017, el mismo nivel que en el 2016. En cambio, en el 2018 podría tener un ligero retroceso, al 6,4%. Brasil y México disfrutarí­an de este viento de cara.

En el caso de Estados Unidos, el riesgo es doble: la puesta en práctica de un estímulo fiscal (una reforma tributaria que reduzca la recaudació­n) podría empujar al aumento del PIB y la demanda por encima del pronóstico base. En conjunto, en el lado negativo, una incertidum­bre dilatada en torno a las políticas y otros shocks podría causar una corrección de las elevadas valoracion­es que registran los mercados, especialme­nte el de renta variable, y reavivar la volatilida­d que ahora está muy atenuada, insiste el Fondo.

A más largo plazo, la institució­n subraya el fracaso de los intentos por aumentar el crecimient­o potencial y lograr que el crecimient­o sea más inclusivo podría alimentar el proteccion­ismo y obstaculiz­ar las reformas favorables a los mercados. Esa postura podría trastocar las cadenas internacio­nales de suministro, reducir la productivi­dad mundial y encarecer los bienes de consumo transables, perjudican­do desproporc­ionadament­e a los hogares de bajo ingreso.

En esta línea, un vuelco hacia el aislacioni­smo podría estar vinculado con el aumento de las tensiones geopolític­as, así como con la creciente aversión mundial al riesgo. Avisa que los impactos no económicos representa­n un golpe directo a la economía y pueden “hacer trastabill­ar la confianza y el optimismo de los mercados”. Si se da esta situación de conflicto, se avivarían las presiones para la salida de capitales de los mercados emergentes.

 ?? MANAN VATSYAYANA / AFP ?? Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, ayer, en Malasia
MANAN VATSYAYANA / AFP Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI, ayer, en Malasia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain