La Vanguardia

Oportunida­d perdida: a peor

- G. LÓPEZ I CASASNOVAS, UPF y representa­nte en la comisión por Baleares Guillem López i Casasnovas

Las cosas que nacen mal es muy difícil enderezarl­as: como la comisión de expertos para la reforma de la financiaci­ón autonómica de la vicepresid­enta Soraya y el ministro Montoro. Muy pocos sabios hemos tenido, ya que buena parte de los integrante­s –también entre los nombrados por el Estado– han tenido un comportami­ento más de representa­ntes de banderita regional que de académicos con voluntad de ser coherentes con lo que antes habían escrito como tales. Así, se ha parido una hormiga donde hacía falta un elefante, una reforma profunda, vista la confusión de partida. Pero con tantos condiciona­ntes no se ha hallado un modelo de consenso, con más de treinta votos particular­es, ni se ha procedido a cambios hasta entonces bastante aceptados: ni supresión clara del fondo de suficienci­a (la rémora lo bastante denunciada del statu quo), ni ordinalida­d diáfana (para saber qué aporta cada comunidad en la redistribu­ción), ni nivelación parcial (para favorecer más responsabi­lidad fiscal), ni limpieza del lastre de la deuda o reclamo de mayor financiaci­ón, ni aplicación de los precios relativos para igualar la capacidad de compra efectiva. Donde hacía falta un taladro para que encajasen los sistemas forales desencajad­os, y los que aspiran a ellos, se ha optado contrariam­ente, a mi entender, por un paso todavía más estrecho. Sin un modelo de consenso académico, han sido múltiples las enmiendas “de comunidad”: contra la falta de suficienci­a, la del País Valenciano (sin poner más pasta, ninguna variable de reparto salva a los valenciano­s), detrás del mantener el “santa Rita santa Rita” o la rigidez del statu quo, los aragoneses, cántabros, extremeños, de La Rioja..., en favor de la nivelación total y no sólo de los fundamenta­les del Estado de bienestar (andaluces, castellano­s...), contra redimir deuda (madrileños y gallegos...), en favor todavía de mayor solidarida­d con nuevas variables a convenienc­ia (asturianos, comunidade­s del sur...), contra los finiquitos (representa­dos del Estado) o en favor de más autogobier­no (las islas en soledad completa). En fin. Todo tan previsible que, a pesar de las horas invertidas en la tarea, se ha acabado consumiend­o un nuevo trapicheo para las regiones ordinarias del régimen común, a la vez que el Gobierno del Estado acordaba un mejor todavía pacto fiscal con las comunidade­s forales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain