LA JOYA DEL PIRINEO
Andorra está bañada por los ríos Valira del Nord (su cauce nace en los lagos de Tristaina, y atraviesa Ordino y La Massana hasta llegar a Escaldes Engordany) y el Valira d'Orient (sus aguas pasan Canillo y Encamp). Juntos forman el Gran Valira, que desemboca en el río Segre.
Su orografía de alta montaña, con más de 60 lagos y más de un millar de especies, entre flora y fauna, la convierten en un lugar de belleza espectacular. Un país que presume todavía de una gran superficie en estado puro.
Así, hay que acercarse al Parque Natural de la Vall de Sorteny, con más de 700 especies de flores y plantas, algunas exclusivas de los Pirineos, que se pueden contemplar en una visita al jardín botánico. También es obligado recorrer el Parque Natural Comunal del Valle de Comapedrosa, sin olvidar el valle del Madriu-Perafita-Claror, declarado en 2004 patrimonio de la humanidad por la UNESCO por su riqueza natural y cultural.
Una naturaleza generosa que llega igualmente desde sus montañas a todas y cada una de las calles del Principado. En macetas decorativas, parques o balcones, cualquier rincón invita a descubrir la flora de un país que vive muy sensibilizado en la preservación del medio ambiente. De hecho, las siete parroquias de Andorra se engalanan con flores, en verano, para recibir a los visitantes.