Sí a la televisión
El festival donostiarra lleva a su sección oficial una serie, ‘La peste’
El festival de cine de San Sebastián aceptará sin problemas las películas de Netflix, producidas directamente para televisión, desmarcándose de la polémica surgida en Cannes, que se plantea vetar los filmes que no se estrenen en el cine.
El Festival de San Sebastián se desmarca sin matices de los reparos de Cannes ante las películas y series producidas por plataformas de televisión como Netflix. Lejos de vetar los filmes de esa procedencia que no vayan a estrenarse en salas, como decidieron hacer los responsables de la cita del cine en la Costa Azul, la dirección de Zinemaldia anunció ayer la inclusión de dos series de Movistar y una película de Netflix en su edición de septiembre próximo, que hace ya la número 65. Se trata respectivamente de dos de los seis capítulos de La peste, dirigida por Alberto Rodríguez y aún en producción, la cual que irá a la sección oficial aunque fuera de competición; de Vergüenza, de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero, que con sus diez episodios de 30 minutos competirá en la sección Zabaltegi-Tabakalera, y del largometraje Fe de etarras, comedia de Borja Cobeaga producida por Netflix –y destinada a esta plataforma– que en Zinemaldia Donostia se proyectará en sesión especial en el gran escenario del Velódromo.
“Los tiempos están cambiando y en el Festival queremos participar en el futuro que viene. Sin ningún tipo de traba, estamos encantados de acoger películas de Netflix, igual que de Televisión Española, Telecinco, Antena 3 y de quien se tercie: si nos gustan, bienvenidas sean”. Así habló el director del evento más importante del cine en el país, José Luis Rebordinos, en la presentación de los veintiún títulos de producción española que participarán en Zinemaldia, entre el 22 y el 30 de septiembre.
Sin mencionar la controversia surgida en Canes, zanjada con un cambio de reglamento para impedir la futura participación en el concurso de este festival de las películas que no vayan a estrenarse en salas de cine, Rebordinos dejó claro el distanciamiento de San Sebastián al respecto: “Confío en que poco a poco triunfe la razón y haya muchas formas de hacer y exhibir cine, porque eso será bueno para todos”. Añadió que disiente de los catastrofistas que ven el crecimiento del cine de las plataformas televisivas como el principio del fin del formato tradicional: “No soy nada alarmista. El cine seguirá en la gran pantalla”, aventuró. Y aunque admitió que “las piezas tendrán que ir encajando” en el cambiante panorama, dio por seguro que “el mercado se regulará” por sí solo y también las administraciones y la industria se acomodarán a lo que , a su juicio, ofrece más ventajas que inconvenientes. “Hay películas que, de no haber sido por las plataformas, no existirían”, dijo. Y señaló el caso de la propia Fe de etarras. “Borja Cobeaga llevaba mucho tiempo con este producto sin conseguir sacarlo adelante..., hasta que llegó Netflix”, recordó.
En coincidencia con esta perspectiva, Alberto Rodríguez señaló que hace años, cuando no existían las plataformas, La peste, ambientada en la Sevilla de finales del siglo XVI, sencillamente “no se habría podido hacer como se está haciendo”, con un presupuesto de más de 9 millones de euros. En la sección oficial del festival donostiarra concursarán cuatro películas españolas, de las que ayer se desvelaron tres (la cuarta se conocerá el próximo miércoles): El autor, de Manuel Martín Cuenca (Caníbal, La flaqueza del bolchevique); Handia, de Jon Garaño (Loreak )y Aitor Agirre (serie Els convidats ),y Life and nothing more (La vida y nada más), coproducida con Estados Unidos y dirigida por Antonio Méndez Esparza (Aquí y allá). Fuera de competición, pero también en la sección oficial –además de La peste en sus dos primeros capítulos–, Sergio G. Sánchez, guionista de Lo imposible, presentará Marrowbone. Otra película destacada del Festival será La cordillera, que se proyectará con motivo de la concesión del Premio Donostia a su protagonista, el actor argentino Ricardo Darín (que comparte cartel con Elena Anaya), por su “extraordinaria aportación al cine”.