El día de Martín López Zubero
“No quiero ni pensar que puedo echar por la borda tantas horas de trabajo por un error”, dijo Martín López Zubero antes de la final de los 200 m mariposa, prueba en la que era el máximo favorito. Ni la reina Sofía ni la infanta Elena quisieron perderse una final en la que el nadador español siguió el guion de tantos días y se aisló de todos para concentrarse. Comió junto a su hermano David y por la tarde cumplió el pronóstico ante Selkov y Battistelli con un tiempo, eso sí, alejado de su récord del mundo. Su éxito provocó enfado en la prensa estadounidense, que hizo la siguiente reflexión: “Martin –sin acento–. Tu madre es americana, hablas inglés mejor que el español y has nacido, crecido y entrenado en Estados Unidos y ahora que eres oro, te vas a España. ¿Lo crees justo?”. Martín lo creía justo: “Yo he nacido y crecido en Estados Unidos, pero soy español”.
En los 100 libre, el duelo entre Popov y Biondi no fue tal. El ruso ganó con mucha claridad la medalla de oro, mientras que el estadounidense cerró con una decepción una etapa gloriosa. Su país lo lamentó porque por primera vez desde 1956 se quedó sin representantes en la prueba reina.
En atletismo, Carl Lewis vaticinó que su pugna con Mike Powell en longitud “sería grandiosa”, aunque sus palabras reflejaban la tristeza por no haber conseguido la clasificación para los 100 metros. En Badalona, todos estaba pendientes de Magic Johnson, que en el partido contra Croacia sufrió un estiramiento del ligamento posterior de la rodilla derecha. “Si los Juegos son una competición en la que deben participar los mejores deportistas mundiales y Estados Unidos tiene a los mejores jugadores, ¿por qué no van a poder jugar?”, comentó David Robinson.