Nicolás Maduro
PRESIDENTE DE VENEZUELA
La UE y al menos catorce países, entre ellos España, han rechazado las elecciones constituyentes del domingo en Venezuela, en las que murieron una decena de personas y que se celebraron sin un escrutinio con garantías.
Washington impuso ayer sanciones directas, personalmente a Nicolás Maduro. El Departamento del Tesoro congelará los activos que posea en EE.UU. y se prohíbe a los estadounidenses todo negocio con él. Otras sanciones, destinadas al sector petrolero, han sido objeto de debate. Venezuela exporta crudo pesado a EE.UU., donde es procesado y reexportado como crudo ligero a Caracas. Según The New York
Times, Las importaciones (que suponen un tercio del crudo venezolano) no se verían afectadas pero sí los envíos de crudo ligero, que Venezuela necesita a su vez para sus exportaciones. “Venezuela tendrá que proveerse en otra parte y eso agravará su situación fiscal y su deuda”, según Jason Bordoff, de la Universidad de Columbia. Cynthia Arnson, directora del Programa Latinoamericano del Wilson Center de Washington, advirtió que “enviar la economía venezolana al colapso tendría numerosas consecuencias pero, lejos de provocar una implosión del régimen, las sanciones drásticas lo radicalizarían para aferrarse al poder”. En parecido sentido se pronunció Rusia en un comunicado del Ministerio de Exteriores: “Esperamos que aquellos miembros de la comunidad internacional que quieren rechazar los resultados (...) e incrementar la presión económica sobre Caracas muestren contención y renuncien a estos planes destructivos, que pueden agudizar la polarización de la sociedad venezolana”.