Puñetazo mortal en el centro de Salou
Los Mossos buscan a los agresores de un senegalés de 33 años que fue atacado en la calle más turística del municipio
Junto a la parada de taxis de Carles Buïgas, una de las calles más turísticas de Salou, en la que hay instaladas cámaras de videovigilancia, un grupo de entre tres y cuatro individuos se acercaron a Moudrou, un hombre de nacionalidad senegalesa, y le propinaron tal puñetazo por la espalda que resultó mortal. La agresión se produjo ayer sobre las 8.30 horas y, aunque en un primer momento se apuntó la posibilidad de una pelea, las grabaciones mostraron que la víctima cayó en redondo tras recibir el brutal golpe.
Los Mossos buscaban ayer a los autores del ataque, que se dieron a la fuga cuando Moudrou se desvaneció, aunque a última hora de la tarde no se había producido ninguna detención relacionada con el caso, según informó la propia policía autonómica. Un taxista que presenció la escena relató que el agresor hablaba perfectamente español y era especialmente corpulento. La víctima, de 33 años, llevaba más de quince viviendo en Salou, donde también residen sus padres y hermanas.
También en un principio se consideró la posibilidad que la agresión respondiera a un ataque racista. Y aunque los Mossos se negaron a confirmar o desmentir ninguna hipótesis porque el juez de guardia decretó el secreto de sumario, sí que trascendió que la investigación se centraba más en un ajuste de cuentas relacionado con un asunto de drogas. Al parecer, Moudrou tenía antecedentes por varios delitos contra la salud pública por venta de sustancias estupefacientes en el mismo municipio de Salou. Según fuentes policiales, los agresores fueron a por la víctima, que era habitual y conocida en los locales de ocio de esta calle.
La agresión ocurrió junto a la esquina de la calle Carles Buïgas con la calle Murillo, el epicentro turístico de la localidad. El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) recibió el aviso por la agresión a las 8.20 horas de la mañana y hasta el lugar se desplazaron varias dotaciones de la policía local, de los Mossos y dos ambulancias que intentaron, sin éxito, reanimar a la víctima. Su muerte se confirmó poco después de las nueve de la mañana.
El cadáver permaneció en la calle hasta pasadas las diez de la mañana –cuando el juez ordenó el levantamiento del cadáver– tapado con una manta y protegido de la vista de los transeúntes por mamparas. No en vano, por esta calle pasan cada día miles de turistas que desde los numerosos hoteles de alrededor se dirigen a la playa. A primera hora, y hasta que se retiró el cuerpo de la víctima, también se vivió algún momento de tensión cuando algunos miembros de la numerosa colonia senegalesa de Salou se acercaron al lugar de los hechos.
Según los testigos, los cuatro agresores, al ver que la víctima caía al suelo, comenzaron a correr por la misma calle, en dirección opuesta a la playa.
La agresión se produjo en la calle Carles Buïgas, donde hay instaladas cámaras de videovigilancia