Fraude de un millón de votos en las elecciones en Venezuela
La empresa que provee el sistema electrónico electoral denuncia manipulación
Uno de los directores del Consejo Electoral dijo que no podía “avalar la veracidad de los resultados”
Al Gobierno venezolano se le fue la mano con su escrutinio de votos en las elecciones a la Asamblea Constituyente del pasado domingo. Ni fue el mayor triunfo electoral de Nicolás Maduro y los suyos ni tuvieron ocho millones de votos. Lo ha dicho la empresa proveedora del sistema de votación electrónica por boca de su consejero delegado y en un comunicado en su página web, y lo ha refrendado nada menos que uno de los cinco directores del Consejo Nacional Electoral.
Antonio Múgica, consejero delegado de la multinacional Smartmatic, declaró ayer en Londres que “incluso en momentos de profundo conflicto político y división, hemos estado satisfechos con el proceso de votación y el escrutinio ha sido completamente preciso; por eso hemos de informar, con el más profundo pesar, de que los datos de participación han sido manipulados”. En el comunicado de Smartmatic se especifica su evaluación del fraude: “Estimamos que la diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores”.
Los datos de participación se traducen directamente en votos a los candidatos maduristas porque la oposición hizo el boicot, no concurriendo y llamando a la abstención. Tampoco, por supuesto, participó en el escrutinio. Según Smartmatic, “nuestro sistema automatizado está diseñado para evidenciar cualquier manipulación, pero deben existir personas observando el sistema y esperando esas evidencias: los auditores. En esta elección no hubo auditores de la oposición porque ésta no participó (...) Es importante señalar que esto no hubiera ocurrido si los auditores de todos los partidos políticos hubieran estado presentes en las diferentes fases de la elección”.
El sistema electrónico de esta multinacional ha acompañado 3.500 procesos electorales en medio mundo, en varios países latinoamericanos y africanos,. en Filipinas y en Estonia, Bélgica y Bulgaria. En Venezuela se ha ocupado de 14 elecciones desde el 2004, año del referéndum presidencial que ganó Hugo Chávez y que le valió a la compañía duros ataques de la oposición, que sin embargo acabaría imponiéndose con el mismo sistema en las legislativas del 2015.
Antonio Múgica dijo ayer que no se había comunicado con las autoridades venezolanas porque “no simpatizarán mucho con lo que hemos dicho”, según la BBC.
Por si las afirmaciones de Smartmatic no parecieran concluyentes, uno de los cinco directores del Consejo Nacional Electoral (CNE), Luis Emilio Rondón, publicó en su cuenta de Twitter el martes por la noche que “por primera vez desde que asumí este compromiso con el país, no puedo avalar la consistencia o veracidad de resultados”. Al conocer ayer las revelaciones de Smartmatic, Rondón añadió que el Consejo Nacional Electoral “debe responder con seriedad ante el país a la denuncia” e instó a “que sean publicadas a la brevedad las actas de escrutinio de cada mesa utilizada el domingo”.
El CNE, señala la agencia Reuters, se limitó a dar cifras a las 17,30 del domingo, aún con los colegios abiertos, y luego a me-
Gobierno y oposición convocan marchas hoy ante el Parlamento, que será ocupado por la Constituyente
dianoche, en que aseguró que votaron 8.089.320 venezolanos. Pero los datos de las 17,30 daban 3.720.465 votantes en 14.515 centros de votación, que permanecieron abiertos hasta las 19 horas.
“Aunque es posible tener un último empujón al final del día, y el Partido Socialista Unido de Venezuela ha intentado hacerlo en el pasado, duplicar el voto en la última hora y media sería algo sin precedentes”, dijo a Reuters la analista Jennifer McCoy, del Centro Carter, el mismo que avaló la victoria de Hugo Chávez en el 2004. Hasta día de hoy, ganara quien ganara, los observadores internacionales (ausentes esta vez) siempre consideraron limpias las elecciones venezolanas.
Un único sondeo a pie de urna, en 110 colegios, realizado por Torino Capital, calculaba 3,6 millones de votantes, mientras que la oposición estimaba tan sólo 2,6 millones. Es obvio que el interés de la oposición era dejar la cifra muy lejos de los 7,6 millones de votos que dijo haber cosechado en la consulta popular del 16 de julio y que, por contra, el interés del Gobierno era llegar a los casi 8,1 millones que anunció.
Entre uno y otro cálculo, Torino Capital, empresa del economista venezolano Francisco Rodríguez, señalaba que el Gobierno aún cuenta con un importante vivero de votos pero muchos corresponderían a los 2,6 millones de funcionarios públicos, que podrían haber ido muy condicionados a las urnas.
“Se confirma el fraude electoral más grande de la historia de Latinoamérica en porcentaje y millones de votantes”, escribió ayer en su cuenta de Twitter el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Julio Borges, presidente de la Asamblea –que funciona sólo con los diputados de la oposición y tres chavistas rebeldes– dijo que pedirá a la Fiscalía una investigación. La fiscal Luisa Ortega ya había comentado la ausencia de toda auditoría y está recibiendo “amenazas personales” de “autoridades del régimen de Nicolás Maduro”, según dijo ella misma a Luis Almagro.
Mientras, ya son cuatro los magistrados –tres mujeres y un hombre– del Tribunal Supremo, de entre los 33 nombrados por la Asamblea durante un acto celebrado en una plaza pública de Caracas, que han optado por refugiarse en la embajada de Chile.
La oposición convocó para hoy una marcha de protesta contra la Constituyente, que tiene que instalarse a lo largo del día en el mismo Palacio Legislativo Federal que ocupa el Parlamento actual, según anunciaron ayer dos de las figuras principales del régimen (ver recuadro), la esposa de Maduro, Cilia Flores, y la excanciller Delcy Rodríguez.
Esta marcha será contestada por otra de simpatizantes del chavismo organizada por el Gobierno. La exministra de prisiones Iris Varela avisó a quienes “están tratando de especular y de dañar esta victoria, que es del pueblo” que tendrán que enfrentarse a la justicia.