La Vanguardia

La economista que viene de Escocia en vísperas del 1-O

PONSATÍ DIRIGÍA LA ESCUELA DE ECONOMÍA EN LA UNIVERSIDA­D ESCOCESA DE SAINT ANDREWS CUANDO PUIGDEMONT LA FICHÓ PARA EL GOVERN. EN EL MARCO DE LA DISCRECIÓN CON LA QUE SE PREPARA LA VOTACIÓN, NO REVELA CUÁL SERÁ SU PAPEL

- SILVIA HINOJOSA Barcelona

En el 2012 el Gobierno le retiró la cátedra en Georgetown por defender el derecho a decidir en un debate

Este verano se queda sin ir a Lesbos, la isla griega a la que cada año, desde hace una década, la economista Clara Ponsatí (Barcelona, 1957) se escapa para descansar y ver a los amigos. Tenía billetes para julio, pero hubo cambio de planes. El president Puigdemont ha confiado en esta académica de reconocida trayectori­a y exmiembro del secretaria­do de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) la gestión de uno de los departamen­tos clave para garantizar el referéndum del 1 de octubre. La máxima discreción con la que se llevan los preparativ­os de la votación hace que no revele cuál será su papel como consellera de Ensenyamen­t. En el 2014, su antecesora Irene Rigau se encargó de coordinar los colegios electorale­s para el proceso participat­ivo del 9 de noviembre, por lo que fue condenada a dieciocho meses de inhabilita­ción y 30.000 euros de multa como “cooperador­a necesaria” del delito de desobedien­cia, por mantener la consulta pese a la prohibició­n del Tribunal Constituci­onal.

“Todo el mundo tiene dudas y recelos, claro, pero una cosa es tenerlos y otra es dejar que guíen tus decisiones por encima de lo que crees que es una obligación ética”, asegura Ponsatí, quien advierte, sobre su responsabi­lidad al frente de Ensenyamen­t, que “cuando hay elecciones, los colegios se abren, no va la consellera a abrirlos”. Y añade: “Lo organizan los ayuntamien­tos, pero si el Govern tiene que hacer algo más, aparte de confiar en los ayuntamien­tos, ya lo haremos”.

Hasta hace unas semanas, Ponsatí estaba en la lluviosa Saint Andrews, a 80 kilómetros al norte de Edimburgo, en la capital mundial del golf. Allí dirigía desde enero del 2015 la Escuela de Economía de la Universida­d de Saint Andrews, la más antigua de Escocia, de 600 años. “Saint Andrews es un pueblo universita­rio. En invierno viven los estudiante­s y en verano van los americanos a jugar al golf”, resume. “Allí estaba a gusto, mi despacho tiene vista al mar y contaba con toda la confianza. Es la tercera universida­d británica en competenci­a, por detrás de Oxford y Cambridge. ¡Pero nadie ha cogido más aviones que yo, aprovechan­do que Ryanair vuela directo a Barcelona!”, asegura.

Soberanist­a convencida, se define entre liberal y socialdemó­crata. Con 17 años se hizo de las juventudes comunistas y luego pasó al PSUC hasta 1979. Desde entonces no milita en ningún partido. “Soy de Junts pel Sí”, dice. Fue candidata.

Lee ensayo e historia, básicament­e, y literatura; varios libros a la vez, en su lector electrónic­o. Le gusta la música clásica. También es aficionada a caminar por la montaña. “Y a encontrarm­e con los amigos y hablar, es uno de los grandes placeres, aunque ahora hay muchas cosas que no se pueden explicar...”, apunta.

Estudió Económicas en la Universita­t de Barcelona y luego hizo las maletas y se fue a hacer el doctorado a la Universida­d de Minnesota. “Minneapoli­s, una ciudad del Medio Oeste, era entonces como la Suecia de Estados Unidos. En Minnesota nació la socialdemo­cracia americana y ese espíritu liberal se respiraba en el campus”, explica. Le sorprendió que ya en 1982, cuando llegó, no se fumaba en ningún sitio y había tiendas de comida ecológica.

Se doctoró en Minnesota, con una tesis sobre negociació­n y resolución de conflictos, pero durante su estancia entró en contacto en la Universida­d de Princeton –donde su marido estudiaba Historia– con un grupo de economista­s que hacían un trabajo interesant­e en materia de Teoría de Juegos; la asignatura que le había impartido Andreu Mas-Colell en la Universita­t Autònoma de Barcelona. La escapada americana se alargó hasta 1989.

A la vuelta, dio clases en la UAB hasta el 2000, con estancias de un año para ejercer en la Universida­d de San Diego y la de Toronto. Luego pasó al Institut d’Anàlisi Econòmica (IAE), un centro del Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s en el campus de Bellaterra, del que fue directora hasta el 2012. Ese año se fue a Georgetown.

La experienci­a como titular de la cátedra Príncipe de Asturias de Georgetown fue más breve de lo previsto. “Estando allí, me llamaron de Al Yazira para ir a un programa sobre la manifestac­ión independen­tista del Onze de Setembre. Fui y hablé. No le dí más importanci­a hasta que empezaron a enviarme señales de que eso que había hecho estaba muy mal”, explica. El Ministerio de Educación no renovó su estancia. “Fue una lección. Lo que muchos descubren ahora, yo lo descubrí hace tiempo”, señala.

De vuelta a Barcelona, la llamó un cazatalent­os: le proponían dar clases en una universida­d de nombre impronunci­able en Suzhou, cerca de Shanghai. “Soy un culo inquieto y me fui a hacer las entrevista­s. Y me hicieron una oferta. ¡Me lo estaba pensando!, pero unos amigos se enteraron de esta locura y así acabé en Saint Andrews”, relata.

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Ponsatí, en la casa Orlandai, un espacio con el que la une un vínculo sentimenta­l: fue la escuela Talita,donde ella estudió
ÀLEX GARCIA Ponsatí, en la casa Orlandai, un espacio con el que la une un vínculo sentimenta­l: fue la escuela Talita,donde ella estudió
 ?? ÀLEX RECOLONS ?? EL RELEVO En el traspaso de la cartera de Ensenyamen­t, Clara Ponsatí recibió de la consellera saliente, Meritxell Ruiz, un ejemplar de la ley de Educación catalana (LEC), documentos de trabajo y un texto enmarcado con unos versos de La pell de brau de...
ÀLEX RECOLONS EL RELEVO En el traspaso de la cartera de Ensenyamen­t, Clara Ponsatí recibió de la consellera saliente, Meritxell Ruiz, un ejemplar de la ley de Educación catalana (LEC), documentos de trabajo y un texto enmarcado con unos versos de La pell de brau de...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain