PSOE y Podemos estrenan pacto pensando en la Moncloa
Echenique prevé que el acuerdo de CastillaLa Mancha facilitará el relevo de Rajoy
La incorporación de Podemos al Gobierno socialista de CastillaLa Mancha abre un nuevo escenario político de futuro, con la vista puesta en la Moncloa. Pese a todo, los socialistas no ven posible una moción de censura a corto plazo.
La incorporación de Podemos de Castilla-La Mancha al Gobierno del socialista Emiliano García-Page abre un nuevo escenario político que podría explorar la posibilidad de repetir la fórmula en otros niveles, con la vista puesta en el palacio de la Moncloa. Una fórmula de colaboración a futuro, ya que una moción de censura en estos momentos sería muy difícil que saliera adelante, según reconoce el PSOE.
De todas formas, el hecho de que dos miembros de Podemos se integren en el Ejecutivo castellanomanchego –Juan Alfonso Ruiz Molina, como vicepresidente segundo, e Inmaculada Herranz, como consejera que coordinará el Plan de Garantías Ciudadanas– supone un cambio en las posiciones de las dos partes, PSOE y Podemos, que desde el 2015, cuando el partido morado facilitó la investidura de García-Page como presidente han tenido más desencuentros que encuentros.
Ha cambiado García-Page, porque si tras las elecciones del 2015 aseguró que quería gobernar Castilla-La Mancha “sin Podemos y sin Cospedal”, durante las primarias del PSOE se convirtió en uno de los mayores arietes contra la formación morada: “No quiero que el PSOE termine siendo la sucursal de Podemos” o advirtiendo que “el PSOE no va a ganar a Podemos podemizándose”.
Hay cambio también en la línea de Podemos. El propio Pablo Iglesias, tras las elecciones autonómicas del 2015, aseguró que su formación no iba a estar “en ningún gobierno que presida el PSOE”, mientras su secretario de organización subrayaba que Podemos no iba a “alcanzar pactos a cambios de sillones o prebendas”.
Pero la realidad se impone, y García-Page vio como su pacto de investidura saltaba por los aires y Podemos no apoyaba unos presupuestos, los del 2017, que había acordado con ellos. A Podemos le pasa lo mismo, y el propio Pablo Iglesias ha reconocido en más de una ocasión que a su partido le faltaba poder demostrar que sabe y puede gestionar. Lo está haciendo en algunos ayuntamientos, pero el hecho de no estar en ningún gobierno autonómico el líder de Podemos lo veía ahora como un obstáculo en unas futuras elecciones.
Y sin duda ha habido otro elemento que ha facilitado que Podemos pueda estar en un gobierno con el PSOE: el regreso de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE. Con estos mimbres, lo que espera ahora el partido de Iglesias es poder extrapolar este experimento a otros gobiernos, y en especial al central, para desalojar a Mariano Rajoy de la presidencia.
El secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, que acudió ayer a Toledo a la toma de posesión de sus compañeros como miembros del Gobierno regional, lo reconoció así: “Aunque lo que hoy tiene lugar en Castilla-La Mancha no sea directamente extrapolable a otros territorios, espero que marque el rumbo de lo que puede pasar en el ámbito estatal, porque el PP está haciendo mucho daño a nuestro país”. Y al número dos de Podemos le parece que el 2020, cuando acaba la actual legislatura, está muy lejos, con lo que la única manera de echar a Rajoy, dijo, “es una moción de censura”.
En el PSOE no se opina lo mismo. En la toma de posesión de sus nuevos consejeros, García-Page indicó que “no hay que sacar conclusiones de ningún tipo” del acuerdo firmado en Castilla-La Mancha, “ni tiene que ser exportable a otras comunidades autónomas o al resto del país”. La dirección federal socialista –a la que se atribuye responsabilidad en que las negociaciones en Castilla-La Mancha llegaran a buen puerto– está satisfecha de que Podemos se implique en los gobiernos, y le gustaría que lo hiciera en otros. Eso facilitaría las cosas si en el futuro, tras unas elecciones, vuelve a plantearse la posibilidad de un gobierno PSOE-Podemos. Lo que sí se descarta totalmente en Ferraz es plantear una moción de censura a Rajoy en breve, antes de fin de año.
A juicio del equipo de Pedro Sánchez, tras el intento de Pablo Iglesias en junio, hay que ser muy prudentes y contemplar la moción de censura como lo que es, una medida extraordinaria que sólo puede plantearse si hay alguna posibilidad de que salga adelante. Y eso, en el PSOE, se duda mucho.
El número dos morado desea que el acuerdo “marque el rumbo” de un cambio en España Ferraz no ve posible una moción de censura a corto plazo, dado el reparto de fuerzas Podemos pretende demostrar que es capaz de gobernar, y el PSOE, ver si es de fiar